El uruguayo Robert Carmona dice que el argentino lo llevó junto a otros jugadores de gira por Asturias con engaños y promesas no cumplicadas. Dos argentinos siguen tirados allá. "Son chicos humildes, fue todo una farsa".
"Javier Castrilli y su socio Hugo Yamada le pidieron dinero a estos chicos y los dejaron abandonados". Así comienza el relato del uruguayo Robert Carmona, el jugador más longevo del mundo según Guiness, quien describe la "farsa" que significó la gira por Asturias, en España, la que le prometieron a él junto a un grupo de futbolistas rioplatenses.
"Ellos nos contactaron hace algunos meses. El señor Hugo Yamada y su socio Castrilli", dice Carmona, quien prosigue: "A los chicos y a mí nos pidieron entre 3.500 y 5.000 euros para una gira en España. Para el pasaje y alojamiento. Nos prometieron hotel cinco estrellas y piscina. La realidad fue muy diferente. Nos llevaron a un albergue (El Florán) en la ciudad de Blimea".
La idea de los empresarios era hacer una gira por tierras hispanas, con la promesa de jugar contra el Atlético de Madrid de Diego "Cholo" Simeone. Prácticamente, con contratos asegurados con equipos de España. Nadie de eso ocurrió, tal como cuenta el uruguayo de 56 años, la cara visible del "proyecto" junto a ocho futbolistas más.
"Muchas veces fuimos mal alimentados, nos daban arroz blanco y salchichas o una bolsa con un con huevo y bananas. Muchos de los padres de estos chicos giraron dinero a al cuenta de Castrilli. Nos engañaron, jugamos un par de partidos, que finalmente organicé yo. Nos llevaban caminando a la cancha y ellos se iban en auto. Ni siquiera teníamos atención médica. En uno de los juegos, dos de los chicos tuvieron problemas musculares y los tuvo que llevar yo a un riachuelo del lugar para tratarlos con agua fría. Del Atlético no pasó nada. Querían que yo diera la cara por el tema del récord Guiness y finalmente fue horrible, fuimos estafados por estos señores", completa Carmona.
Jugadores sin regreso. Pero el tema aún está lejos de resolverse. Si bien la mayoría de los jugadores volvió a Sudamérica, hay dos que quedaron literalmente botados en Asturias: Ignacio Albornoz y Brandon Quintana.
"Son dos chicos muy humildes. Sus familias hipotecaron cosas y pidieron préstamos para que viajaran a Europa.
Ahora no pueden regresar, porque no tienen los medios. La gente del albergue El Florán, socios en esta estafa, los dejaron en la calle", confirma el longevo futbolista.
Así lo confirma Francisco Quintana, padre de Brandon, quien asegura que "no hemos recibido ninguna explicación de Castrilli ni Yamada. Nos hicieron pagar 70 mil pesos por el pasaje (más de 1,2 millones de pesos chilenos) más otros 1.850 euros por la estadía. Nada de hotel cinco estrellas, era un albergue con régimen militar, donde los chicos incluso debían levantar la mesa y lavar su ropa. Hemos podido hablar poco y nada con Brandon. Somos una familia humilde y necesitamos que nos ayuden", afirma el preocupado padre desde Rosario.