El exseleccionado, parte de la Generación Dorada del balompié nacional, se refirió a su inesperado retiro de la actividad y a sus grandes “dolores”.
“Me pasa que un día estaba en la casa previo a irme a entrenar y sentí que ya no tenía ganas… no, mentira”.
Así, entre risas, con un tono mucho más relajado, el histórico exlateral izquierdo de La Roja, Jean Beausejour, le dio el puntapié inicial a una extensa conversación con Radio ADN, donde explicó los porqués de su retiro e incluso cuáles fueron las “espinas” que le quedaron tras protagonizar una carrera que pocos pueden presumir.
“Esa es la típica que tiran todos, está repetida y usada”, retomó Bose. Pero lo cierto es que “lo venía madurando hace tiempo, pero esto tiene que ver principalmente con un tema familiar, con la distancia y estar lejos”.
“Me sentía muy a gusto en Coquimbo, disfruté mucho mi último año ahí y también sentía que podía seguir jugando, pero la distancia con la familia decantó en el retiro, tampoco es que iba a jugar dos años más. Hubiese jugado un año más. Adelanté el retiro 12 meses”, explicó luego el zaguero, y continuó: “Esta profesión me acompañó desde los 8 años, es lo que siempre he hecho y me apasiona el fútbol. Es una pena, pero también una alegría por volver a los afectos de estar con mi familia y hacer otras cosas para las que me estoy preparando”.
Más tarde, consultado por su trayectoria, que incluye haber jugado en Suiza, Brasil, la Premier League, América de México, los tres grandes del fútbol chileno y por supuesto la selección, Beausejour admitió que le faltaron un par de objetivos por concretar:
“Cuando uno hace las proyecciones antes de la carrera, en lo personal era ser jugador profesional, jugar en equipos importantes, vestir la camiseta de la selección y jugar en el extranjero. Después de conseguirlo hay cosas que me hubiese gustado hacer y que no se pudieron por capacidad o por decisiones”, subrayó antes.
Luego, en particular, el exlateral admitió que “hay una batería de cosas que se pudieron hacer mejores en lo personal y colectivo. Me hubiese gustado tener la oportunidad de jugar un tercer Mundial, más con lo cerca que estuvimos. Me va a quedar esa vocecita diciendo siempre que pudimos. O haber podido ser más veces campeón con la ‘U’, jugar la Copa Libertadores de manera más competitiva. Pero no puedo ser injusto en la evaluación final porque muchas cosas fueron positivas”.
Para cerrar, Bose no quiso arriesgar: “¿Dónde fui más feliz? No quiero ser injusto, mientras jugué fútbol fui feliz, uno tiene más afinidades en algunos lugares, pero a mí el fútbol me hace feliz y en todas partes me pude desarrollar”.