"Estudio ingeniería comercial en la Universidad del Desarrollo. Ya son siete años de estudiar y entrenar. Al principio no es fácil, pero con el tiempo uno agarra el ritmo. Más encima entrego la tesis el jueves así que estoy a full con la universidad".
Con estas palabras Julio Álamos le confesó a La Cuarta la semana pasada que, además de estar prepararando la defensa de su título Sudamericano Supermediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) ante el brasileño Felipe Santos Pedroso, también tenía la cabeza puesta en conseguir su otro título, el profesional, ese que le prometió a su familia antes de decidir meterse de lleno en el boxeo.
"Es una promesa con mi familia. Me dijeron 'te apoyamos en todas las locuras que se te ocurran, pero devuélvenos la mano y saca tu título, aunque lo tengas colgado en la pared y nunca lo uses'. Así que tengo que cumplir", confesó hace algunos días.
Y es que la historia del púgil nacional es atípica desde el inicio. Tras un corto periodo en la Armada, el deportista de 27 años decidió salirse para estudiar ingeniería. Fue en ese proceso que el campeón sudamericano se dio cuenta que el boxeo no salía de su mente, que debía dedicarle más tiempo.
Conversó con su familia, agarró sus maletas y partió un año a Nueva York para entrenar en el Gleason's Gym, reconocido gimnasio que fue la cuna de Mike Tyson y Muhammad Alí.
"Fui campeón amateur de Nueva York en la categoría semipesado, por la USA Boxing. Peleé 20 peleas en total, mi récord fue de 15 victorias y 5 derrotas", recordó en una nota para La Tercera en febrero del año pasado.
Tras convertirse en boxeador profesional en octubre del 2016, Álamos llegó a la pelea del sábado pasado con un récord de nueve victorias consecutivas y con el título sudamericano de la categoría bajo el brazo.
Lo llamativo fue que Canal 13 decidió hacer un convenio con el púgil nacional, volviendo a transmitir una pelea de boxeo luego de 30 largos años.
Él lo vio como una gran posibilidad para que otros deportistas nacionales tengan también esta vitrina televisiva.
"Ojalá que la gente sin el Mundial le dé un poco de tiempo al boxeo, que es un tremendo deporte y donde tenemos buenos exponentes. Además podemos demostrar de que en Chile hay cosas buenas", deseaba el nacional la semana pasada, algo que al parecer fue escuchado.
Noche soñada
El Teatro Caupolicán fue el lugar escogido para la defensa del chileno ante Santos Pedroso, más conocido como el "Titán de Curitiba". El histórico coliseo se llenó como antes, cuando Martín Vargas repartía combos en su época más gloriosa.
Tras dominar todo el combate el KO llegó en el cuarto asalto, luego que el chileno conectara un buen golpe en el abdomen del experimentado brasileño, quien quedó sin poder levantarse.
"Fue una noche soñada, gracias a todos ustedes, lo importante son ustedes, gracias por venir", relató Álamos luego de la pelea, dándole especial dedicación a sus papás, quienes felices con la defensa del campeonato esperan pacientes la nota de la tesis para celebrar el otro título, el de ingeniero comercial.
Un campeón con todas sus letras.
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