El Liverpool le ganó al Chelsea la Supercopa de Europa por penales. bEl DT de los "Reds" fue el único que aplaudió en la previa a Stéphanie Frappart, la primera mujer en dirigir una final de hombres de la UEFA.
En la previa de la gran final por la Supercopa de Europa, más que del poder del Liverpool o el aguante del Chelsea, de lo único que se habló fue de Stéphanie Frappart.
Y obvio, si desde que la UEFA nominó a la árbitro francesa para que pitara en la definición entre el rey de la Champions y el de la Europa League, el tablón se dividió entre los cavernícolas horrorizados y los progresistas anti-machistas.
Obviamente, en este último bando firmó Jürgen Klopp, quien celebró en la previa la designación de la jueza de 35 años, que es la única semiprofesional en Francia que recibe un sueldo por su pega.
"Ya era hora. Estoy feliz de poder ser parte de ello. Tener por fin a una mujer en un partido muy importante, es una decisión inteligente de la UEFA", dijo el DT alemán bueno para la birra, quien ayer acabó festejando por penales el nuevo trofeo.
Apretando. La nueva alegría de los "Reds", eso sí, fue sufrida. Pues aunque en el tiempo reglamentario, y luego en el alargue, el marcador acabó igualado (con goles de Giroud y Jorginho para los azules y dos de Mané para los rojos), fue el Chelsea el que terminó metiendo en un arco al campeón de la "Orejona".
Y así fue como llegaron a los penales, donde en el equipo que "nunca camina solo" el portero Adrián fue figura al contener el último disparo a Tammy Abraham.