Tenía 15 años cuando tuvo que abandonar su ciudad natal para dedicarse a lo que más amaba. Casi tres décadas después, Justo Villar volvió a casa para colgar los botines para siempre.
"Aquí, desde la cancha de Cerrito, en el pueblo donde comencé mi carrera como futbolista, quiero anunciar que voy a dejar de jugar al fútbol de manera oficial", anunció el portero a través de un video.
Atrás quedaban las siete camisetas de los clubes que defendió (Sol de América, Libertad, Newell's, Real Valladolid, Estudiantes de La Plata, Nacional y Colo Colo) y la tricota de la selección paraguaya que lo llevó a jugar en cuartos de final del Mundial de Sudáfrica (2010) y la final de la Copa América de 2011.
"Quiero darle las gracias a mis amigos, entrenadores, dirigentes, compañeros y jugadores con quienes disfruté cosas lindas y tristes. Agradecer a mis padres, a toda la familia, a la gente en el pueblo, a mis amigos cercanos en todas partes, a mi esposa y a mis hijos, por sobre todas las cosas a Dios por darme la oportunidad de vivir una carrera maravillosa", expresó Villar.
Pero Justo no quiere quedarse de brazos cruzados. Desea seguir ligado a la pelotita de una u otra forma y así lo sintetizó en su despedida. "Seguramente seguiré activo desde otro lado a través del deporte, que es el fútbol, que es el que amo", anunció.
Y es aquí donde el Cacique aparece con fuerza, pues Villar dejó su huella en el club que fundó David Arellano.
Cabe recordar que el guaraní llegó al Popular en el 2013, cuando el Eterno pasaba por una de sus peores crisis deportivas, y en tan solo un año fue pieza fundamental para bajar la ansiada estrella '30' en abril de 2014 (y luego consiguió la '31' y una Copa Chile).
Por lo mismo, a nadie le extrañó que este año su nombre sonara con fuerza para ocupar la gerencia deportiva. Pero el internacional lo descartó en su momento. "Ahora estoy en otro camino, cumpliendo paso a paso los objetivos que me propuse en mi vuelta a mi país", dijo en esa oportunidad.
¿Y ahora?
"Colo Colo es mi hogar en Chile y eso me lo hicieron sentir siempre. Jamás olvidaré que tengo un lugar especial allí", le confesó a La Cuarta. Y luego agregó: "Nos vemos en cualquier momento. Sólo Dios sabe qué pasará de acá en adelante".
La sociedad anónima ahora tiene la palabra...