Claudio Carvajal es sargento primero en la 5a Comisaría de Conchalí, y al mismo tiempo se saca el uniforme y se pone el buzo para tomar las riendas de la Sub 9 de Unión Española.
Corría el año 2009 y Claudio Carvajal cumplía servicio como carabinero en el estadio Santa Laura. En ese tiempo aún se permitía el ingreso de personal policial en las canchas, antes de que los guardias privados tomaran la seguridad en los recintos.
Para el uniformado, amante del fútbol e hincha de la Unión Española, siempre le llamó la atención el trabajo de técnico. Por esa razón, se atrevió a dar el primer paso. "Me acerqué a las bancas y le pregunté a una persona de la ANFP qué se podía hacer para convertirse en entrenador. Ahí fue como conocí la INAF", cuenta el sargento primero de la 5a Comisaría de Conchalí.
Tras cuatro años de estudios, Carvajal sacó el título de entrenador de fútbol y la suerte estuvo de su lado: tomó las divisiones inferiores del club de sus amores, Unión Española.
"Fue un anhelo que tenía, ya que era lo que siempre me gustó. Tuve la fortuna de llegar a mi equipo y ayudar en la formación de los niños", señala.
- ¿Cómo te proyectas como entrenador?
Yo he ido paso a paso. Primero estuve en la escuela oficial de Unión y ahora estoy en las divisiones inferiores donde dirijo a niños entre 8 y 10 años. No me cierro a entrenar a más grandes o tomar un primer equipo.
- ¿Cuál es tu gran sueño?
Dirigir algún día a la selección chilena, es el deseo de cualquier técnico.
- ¿Qué tan difícil es ser carabinero y entrenador a la vez?
Hay similitud en ciertas funciones, ya que constantemente estás enseñando principios, valores. Una vez hicimos una escuela en la comisaría que se llamaba "talento de mi barrio". Entrenamos a 280 niños vulnerables.
- ¿Mejor técnico chileno para ti?
El mejor es Manuel Pellegrini, pero me gusta también el trabajo del "Nano" Díaz al mando de la Unión Española