Lleno de amor, emoción y orgullo por su campeona, el padre de Ámbar confesó que el éxito de su hija incluso lo ayudó a superar una depresión.
Uno de los padres que se ha destacado por su compromiso y pasión por el desempeño de su hija en la Copa Enel, ha sido Esteban Figueroa, cuya discapacidad no ha sido obstáculo para asistir a cada partido de su única regalona, Ámbar, de 12 años.
"Más que gane o pierda, me importa motivarla y formarla como una buena persona. Desde chiquitita jugábamos en el patio de la casa, con conos y un arco que yo le hice, y ahora me emociona ver hasta dónde ha llegado", indica Esteban.
Y Esteban no se refiere solamente a que su campeona es una de las cracks de la Sub 17 de Santiago Wanderers, sino también a que Ámbar ya está instalada en la final nacional de la Copa Enel junto a sus compañeras de Lo Prado.
"A pesar de que una paraplejia me tiene en silla de ruedas, igual me doy fuerzas para acompañarla y aconsejarla para que vaya puliendo su pegada y control", dice Esteban, quien recuerda que desde los 2 años comenzó a fortalecer el talento de su pequeña.
"Estoy seguro que logrará su sueño"
"Somos de Valparaíso, pero ahora estamos defendiendo los colores de Lo Prado. Estoy seguro de que mi hija logrará su sueño de ganar la Copa Enel y viajar a Italia, igual que su anhelo de llegar a un equipo grande de la capital y algún día jugar en el extranjero y ganar un Mundial con la camiseta de la Roja", sentencia Esteban.
Lleno de amor, emoción y orgullo por su campeona, el padre de Ámbar confesó que el éxito de su hija incluso lo ayudó a superar una depresión. "Tengo la mejor hija del mundo", afirma.
