La FIFA quiere esconder las polémicas bajo la alfombra y pide que las selecciones competidoras del Mundial “se concentren en el fútbol”

El organismo envío una carta a todos los equipos llamando a que el deporte no sea “arrastrado a todas las batallas ideológicas o políticas que existen”. Pero esa petición solo refuerza las controversias del torneo.

De cara a la realización de la próxima Copa del Mundo, la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) tiene varios grandes objetivos. Primero, obviamente es ganar miles de millones de dólares con el torneo. Pero también quiere evadir a como de lugar la sombra que se sitúa sobre las calurosas tierras desérticas de Qatar.

De ahí que el organismo rector del fútbol mundial escribió una carta, firmada por el presidente de la FIFA Gianni Infantino.

En la misiva compartida por la BBC, y enviada a las 32 selecciones que competirán en el Mundial de Fútbol, desde el organismo llaman a que los equipos se “concentren en el fútbol”, ya que el deporte no debe ser “arrastrado” a “batallas” ni debe ser la plataforma para entregar “lecciones morales”.

“Sabemos que el fútbol no vive en el vacío y somos igualmente conscientes de que existen muchos desafíos y dificultades de carácter político por todas partes. el mundo. Pero, por favor, no permitan que el fútbol se vea arrastrado a todas las batallas ideológicas o políticas que existen”, recalca la carta.

“En la FIFA, tratamos de respetar todas las opiniones y creencias, sin dar lecciones morales al resto del mundo. Ningún pueblo, cultura o nación es ‘mejor’ que otro. Este principio es la piedra angular del respeto mutuo y la no discriminación. Y este es también uno de los valores fundamentales del fútbol. Así que, por favor, recordemos eso y dejemos que el fútbol sea el centro de atención”, remarcaron.

Ese llamado del organismo, que finalmente recalca que el torneo es una oportunidad de “abrazar a todos”, de todas formas se explica por la controvertida historia del torneo.

Un Mundial de Polémicas

De partida, no solo está la polémica por el turbio negociado corrupto que entregó la realización del campeonato a Qatar, lo que causó verdadero sismo en la cúpula de la FIFA, sino que también por la experiencia que tendrán los visitantes debido a las políticas restrictivas del país, las denuncias de violaciones a los derechos humanos, la postura gubernamental de carácter religioso en contra de la diversidad sexual y los miles de trabajadores inmigrantes que murieron en el marco de la construcción de los estadios.

Ese último punto es el foco de un reciente reportaje de la revista Time que recalca que: “este año, la Copa del Mundo comenzará el 20 de noviembre, cinco meses más tarde de lo habitual, para evitar a los jugadores y fanáticos lo peor del verano abrasador de la región. Pero los preparativos para el torneo, con la construcción en uno de los lugares más cálidos del planeta, tomaron más de una década”.

“Para que esto sucediese, Qatar se basó en una cadena de suministro global de trabajadores dispuestos a trabajar en cualquier condición, una desesperación alimentada en parte por los impactos del cambio climático. La fuerza laboral extranjera de 2 millones de Qatar, que representa más de dos tercios de la población, proviene en gran parte de Nepal, India y Bangladesh. Miles de esos trabajadores han muerto durante la última década, muchos debido a las malas condiciones de trabajo que se vuelven más peligrosas por el calor excesivo”, recalcan.

De ahí que en el marco de todas esas situaciones, jugadores e inclusive selecciones concretarán algunas protestas pacífica. Por ejemplo, 10 capitanes de selecciones europeas utilizarán brazaletes con la frase “Un Amor”, apoyando así a la diversidad sexual, mientras que la selección de Dinamarca hará uso de camisetas decoloridas debido a que la marca deportiva Hummel no quiere ser “visible” en un torneo “que costó la vida de miles de personas”.

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