La dirigencia azul espera adelantar un par de horas el encuentro que en principio estaba programado a las 18.00 del próximo miércoles.
La final del mundo es un partido que ha disputado dos veces en las últimas cuatro temporadas la Universidad de Chile. Y se acerca una tercera…
No, claro que no se trata del encuentro decisivo con un campeonato continental de por medio como sugiere su nombre. Se le llama así por su importancia: los azules, ante Iquique el 17 de octubre de 2019 y ante Unión La Calera el 5 de diciembre de 2021, pusieron en juego su permanencia en la Primera División. Y el próximo miércoles 7 de septiembre, frente a Coquimbo Unido, harán lo propio.
Tres veces en cuatro años son las que el “Romántico Viajero” se ha visto implicado en compromisos de esta índole. Ahora, tras la derrota en el Clásico Universitario, quedaron apenas a un punto del descenso directo y los “Piratas” están tres puntos por debajo, son uno de sus rivales directos. Por eso, otra final del mundo.
La novedad es que el choque, que estaba programado en principio para las 18.00 horas, cambiará de horario. La dirigencia de los azules espera que la pelota comience a rodar a las 15.30 o 16.00 horas, decisión sujeta a confirmación de las autoridades y la ANFP.
Es una de las consecuencias tras los problemas de seguridad que se registraron el pasado sábado una vez finalizado el partido ante Universidad Católica, cuando los hinchas invadieron el gramado. La idea es que, por cierto, este escenario no se repita.
A propósito, desde la concesionaria siguen a la espera de una probable sanción por parte del Tribunal de Disciplina… ¿disputarán la fase final del torneo —y probablemente su permanencia— a puertas cerradas?
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