Curicó le propinó la cuarta derrota al hilo al Colo y el directorio albo quiere que el DT "pesque" sus cosas y se vaya con viento fresco. Sólo Marcelo Espina sostiene el proceso, pero no por mucho más.
A las 19:07 horas de ayer, se puede decir que se acabó el ciclo de Mario Salas en Colo Colo. Y su fin, a los ojos de los dirigentes albos, lo marcó el gol de Diego Vera para Curicó (47'), pues toda la jugada previa demostró lo pésimo que juega el equipo al mando del profesor de educación física.
Tan mal se veían en La Granja que la frustración quedó plasmada cuando ocho minutos después, Carlos Carmona se hizo expulsar tontamente al llegar tarde a un cruce y recibir su segunda amarilla. "No soy de hablar mucho, pero creo que ameritaba dar la cara por el error que cometí y por el momento que estamos viviendo", ofreció disculpas el coquimbano.
Claro que a esa altura no servían de mucho, pues los de Macul ya habían cosechado su cuarta derrota en línea del torneo. Marca que no se daba desde la era 2012-2013 con Omar Labruna y su humo en la banca.
Un dato que llegó rápido a los celulares de los jerarcas de ByN, quienes estaban presentes en el estadio y se fueron sin hacer declaraciones. No obstante, la confianza en el estratega ya desapareció y si hoy sigue en el cargo es porque no quieren pasar a llevar al único que aún cree en Salas: el gerente técnico Marcelo Espina.
Por ello, esta semana el directorio buscará convencer al "Cabezón" que Salas ya no dio el ancho y es necesario un golpe de timón para no pasar vergüenza en la Copa Libertadores.
Más aún cuando el "Comandante" no quiere renunciar y así lo dejó claro ayer, tras cosechar sólo tres tiros al pórtico rival. "Estoy sumamente fuerte y entusiasmado con sacar esto adelante, voy a seguir luchando en esa", aseveró.
Y luego concluyó que la culpa de este momento era suya, pero también de los jugadores. Quizás esa fue la palada final, para un hombre al cual le falta responder una sola pregunta: Mario, ¿sabe pescar?
Leo Valencia: "No nos podemos sacar la mala racha"
Fue uno de los pocos que se animó a jugar y al final encendió las alarmas, tras recibir un fuerte patadón. Se trata del Leo Valencia, quien le puso el pecho a las balas tras el nuevo porrazo albo.
"Nadie quiere esto. No nos podemos sacar la mala racha que estamos pasando. Tenemos jugadores de jerarquía, hay que seguir para adelante", se aleonó.
¿Y la campaña del "Comandante"? El Leo le prestó ropa a Mario Salas y señaló que "hay que ser hombres y los que jugamos tenemos la mayor responsabilidad".
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