Sebastián Cichero tenía apenas 10 años cuando saltó al estrellato al hacer el gesto Illuminati en la cancha del Estadio Nacional. Muchos creen que su acto ayudó a que Chile triunfara en la Copa América 2015.
Al oír el nombre de Sebastián Cichero es probable que no sepas de quién se trata. Sin embargo, al ver la imagen que lo volvió famoso hace años atrás, lo podrás reconocer de inmediato: es el llamado Niño Illuminati.
Su historia se remonta al año 2015, cuando se llevó a cabo el partido inaugural entre Chile y Ecuador por la Copa América y realizó un gesto que no pasó inadvertido en internet. Tanto así, que se convirtió en una de las anécdotas más recordadas de todo el torneo.
Esta es la historia del Niño Illuminati
Durante el partido que se disputó el 11 de julio de 2015, Sebastián era uno de los niños escoltas que acompañaba a los futbolistas en la cancha del Estadio Nacional.
Mientras Ecuador se preparaba para entonar su himno oficial, el pequeño de 10 años fue enfocado por las cámaras y aprovechó ese lapso de tiempo para saltar al estrellato. Hizo un gesto de paz, y acto seguido, unió sus dedos para formar un triángulo y posicionarlo sobre su ojo, lo que se conoce como el gesto Illuminati.
Rápidamente, fue bautizado como el Niño Illuminati.
La seña del pequeño oriundo de Concepción causó impacto inmediato en el país y quedó como uno de los momentos más icónicos del campeonato. De hecho, muchos llegaron a pensar que su acto se había transformado en la cábala necesaria para que Chile lograra la victoria ese año.
En una entrevista que concedió a RedGol en 2020, el mismo Sebastián -ya adolescente- confesaría cómo llegó a ser niño escolta y por qué decidió hacer ese acto en la cancha. Su padre fue quien lo postuló en un concurso, y aunque él pensó que no resultaría, terminó ganando.
“Un día venía llegando del colegio y mi papá me dice ‘Seba, ganaste’ y yo estaba súper emocionado y nervioso, no sabía lo que estaba pasando”, explicaba.
Luego de haberse enterado de la noticia, se dio cuenta que podría ser su “primera y última vez” como niño escolta, así que decidió planear hacer algo que fuera recordado.
“Quise hacer algo diferente. Yo sabía de los Illuminatis, pero casi nada. En el colegio con un amigo estábamos inventando saludos y a mí se me ocurre hacer el Illuminati poniendo el triángulo en el ojo”, comentó al citado medio.
Sus amigos aprobaron la idea y decidió que de esa forma los saludaría cuando ya estuviera en su labor de niño escolta. “Vi pasar la cámara y ese fue mi momento, hice el triángulo y el dos con la mano”.
Pese a que la intención inicial de Sebastián era algo distinto al resto, no pensó que iba a llegar a tener tantas consecuencias. Y es que el Niño Illuminati no solo se volvió tendencia en las redes, sino que también en la vida real: cada vez que se lo encontraban en persona le pedían fotos, incluyendo a los profesores de su colegio. Hasta había personas que le pedían que repitiera el gesto para desear buena suerte.
“Hartas personas me contactaron para entrevistas, no había día en que no me llamaran. Hice publicidad también, me llamaban para todo. Nunca pensé que llegaría tan lejos haciendo algo tan simple. Estaba muerto de la risa, no me esperaba tener tanta fama. Hoy pocas personas saben que soy el Niño Illuminati”, concluyó.