El ente rector de fútbol chileno adeuda dineros correspondientes a procesos anteriores por convocatorias.
Ya casi en la mitad del 2023, se acerca el inicio de las Eliminatorias para el Mundial que organizan conjuntamente Estados Unidos, México y Canadá. Chile ya tiene pactado su debut en septiembre de visita ante Uruguay y como local frente a Colombia. Sin embargo, hay un problema ajeno a la pelotita, pero que podría repercutir en la cancha.
Mientras Eduardo Berizzo se quema las neuronas para conseguir el once que liderará el proceso, la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) también tiene otra preocupación en la cabeza, según consignó La Tercera.
La institución presidida por Pablo Milad buscan mantener la calma entre los históricos que han participado en los caminos hacia Rusia 2018 y Qatar 2022, ya que tienen con ellos una millonaria deuda que asciende a los $ 2.800 millones. En vista de que La Roja no clasificó a ninguna de las dos máximas citas, sus ingresos se vieron perjudicados, lo que apretó bastante la billetera.
La idea es no empezar la ruta hacia Norteamérica encalillados con los jugadores, según consignó la citado medio. El problema sería que las arcas de la ANFP no están para hacer un gran esfuerzo inmediato y, de ahí en más, continuar desde cero, todos amigos como siempre.
Ante el asfixiante escenario, en Quilín han apelado a la buena voluntad de los futbolistas y, por lo mismo, ya se han acercado a Gary Medel y Claudio Bravo, los dos capitanes del seleccionado. Ello sería con el fin de, primero, reconocer los acuerdos y, segundo, flexibilizar los plazos, misión que han liderado Rodrigo Robles, gerente de selecciones, y Pablo Silva, gerente general.
Estrujar las monedas
La situación se complejiza más aún considerando que se han perdido algunos socios comerciales, el particular uno histórico: Coca Cola. Eso sí, a fin se presentará a la marca de automóviles MG como nuevo sponsor, y Pepsi estaría a sólo unos detalles de concretarse.
Además, los ingresos televisivos por los derechos para transmitir el proceso mundialero disminuyeron. La ANFP los puso en el mercado a US$ 120 millones, pero sólo le ofertaron la mitad.
Así que todo indica que los jugadores otra vez deberán armarse de paciencia y flexibilidad ante la delicada situación en Quilín. En el futuro, la idea, convenientemente, sería que el gran incentivo para vestir la tenida de la selección sea el honor de defender a Chile, no lo económico.
En la administración de Daniel Jadue, por cada convocatoria se entregaban US$ 25 mil a los jugadores por cada convocatoria. Luego, esa cifra se bajó casi a la mitad (US$ 13 mil), mientras que la nueva propuesta de US$ 4 mil por cada tanda clasificatoria.
LEE TAMBIÉN
- Ben Brereton está en España listo para firmar su fichaje por el Villarreal
- Las 3 propuestas contra la violencia en estadios: Gobierno busca castigos para dirigentes