Una camiseta gigante y corear hasta el cansancio su nombre, hizo que el regreso de Esteban Paredes a las canchas fuera más emotivo. "Al principio estaba temeroso", reconoció.
Apenas pisó la cancha, el estadio se vino abajo. Pero antes que Esteban Paredes ocupara su lugar en la banca de suplentes, la Garra Blanca extendió una replica gigante de su polera.
Y si bien el público entendió en los primeros minutos que había que respetar la decisión del entrenador Mario Salas, con el 1-0 en contra y la poca contundencia de la ofensiva, la Ruca comenzó a rugir por el '7'.
"Pareeeeedes, Pareeeeedes", se escuchó constantemente y nadie se explicaba por qué no entraba.
"La verdad no sentí la presión de la gente", soltó el "Comandante" en la rueda de prensa. Lo que si hizo fue elogiar al capitán de los albos.
"Lo de Esteban es elogiable. En el segundo gol nuestro podría haber definido él, pero ve un compañero mejor ubicado. Eso hay que valorarlo", sentenció.
Lo que no explicó es porque demoró tanto en el cambio, más aún cuando el ariete pudo igualar el partido con un cabezazo que Matías Dituro le sacó en la línea (ver nota al costado).
Claro, quizás la igualdad era mucho premio para la mezquindad del adiestrador local, más aún cuando el propio Esteban Efraín reconoció que jugaron mal.
"No mostramos lo que veníamos haciendo en los primeros partidos. La UC es un rival muy duro, juegan muy bien. Llegamos al 3-2 con más garra y lucha, que con fútbol", confesó el pepero en CDF.
Luego detalló cómo vivió este retorno tras cuatro fechas sin ver acción. "Al principio estaba temeroso, pero después agarré confianza y empecé a hacer los movimientos que hago generalmente en la cancha", concluyó.
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