Fue casi un mes en el que Esteban Valencia se hizo cargo del primer equipo de Universidad de Chile.

La goleada ante Cruzeiro el 27 de abril adelantó la salida de Guillermo Hoyos, cayéndole toda la responsabilidad al "Huevo" de levantar el buque que se iba hundiendo.

Fueron 7 partidos en total, contando Copa Libertadores y torneo nacional, en los que el ex talentoso azul cosechó dos triunfos, un empate y cuatro derrotas, aunque su trabajo estuvo marcado por las constantes lesiones y suspensiones. Aún así el equipo mostró una mejora considerable.

"Esto es así, es un equipo que venía con esas dificultades de las lesiones. Lo fuimos armando al día a día, partido a partido, no teniamos otra opción. Los jugadores querían afrontar esta situación. La voluntad de ellos fue impresionante", confesó Valencia tras su último partido como jefe del primer equipo.

Dificultades

El escenario de la despedida estaba bastante difícil. Una cancha pesada luego de las lluvias y nueve jugadores menos marcaron la antesala al choque del Bulla frente a Huachipato, donde un solitario gol de larga distancia de Felipe Seymour (51') le dio los tres puntos al "Huevo" en su adiós.

"Era un partido muy especial, no solo por lo puntos. El último tiempo hemos estado complicados, nos dolió mucho la eliminación en la Copa y queríamos demostrar que queremos salir de este momento. Son tres puntos que nos puede dar el título a fin de año", largó el Pipe, quien fue el capitán en el Estadio CAP.

"Siento que ha sido un aprendizaje tremendo. Hemos tenido que afrontar un desafio que no era fácil. Los resultados internacionalmente podrían haber sido mejores, pero siempre quisimos hacer lo mejor y sacar los partidos adelante", destacó el profe Valencia, quien ahora seguirá con su pega en la divisiones menores del club.

Con este triunfo, el Bulla sumó 28 unidades y quedó en buena posición para afrontar el segundo semestre, aunque será al mando de Fran Dario Kudelka, el nuevo big boss.