El "Romántico" se quedó sin aire en la altura de El Salvador y cayó categóricamente ante Cobresal. Los azules cierran el año más cerca del descenso por la tabla acumulada.
Lo que hasta hace poco no pasaba de ser una broma de las redes sociales, donde los clarividentes olfateaban un "partido del milenio" entre el Colo y la "U" por la permanencia en Primera A, ayer se convirtió otro poquito más en algo posible.
Es que con el Cacique hundido en la tabla larga, y tal vez aleteando por trepar al penúltimo lugar, no es descartable que se alineen los astros y, en una de esas, se tope con el Bulla, que ayer volvió a dar pena, cayó en El Salvador y siguió enredándose en la "ponderada", la otra clasificación del terror.
Cuando los azules estaban obligados a sumar, el plantel simplemente fue una lágrima. Y lo peor es que está peor que antes, pues con Rafael Dudamel apenas ha sumado 7 de 18 puntos.
El venozalano ayer movió el tablero. Partió con Montillo en la banca, pero en la cancha la hediondez fue la misma. De hecho, otra vez un grosero error de Fernando de Paul costó caro.
En el minuto 22, y tras un córner de Franco Ragusa, el "Tuto" salió a cazar moscas y el Seba Silva, libre por el corneteo de marca de Luis Casanova, definió con el arco en pelotas.
Del cornete la "U" nunca se recuperó. Y aunque De Paul en el minuto 51 sacó tres pelotas que eran gol seguro, de todos modos no creó ninguna ocasión en el arco contrario.
Si bien con el ingreso de Montillo algo más de ímpetu se observó, no pasó de ser un oasis. Y así, casi con todo los azules atacando a lo locos para salvar el empate que fuera, vino la puñalada final de los nortinos.
En el 75' Leonardo Olivera se fue mano a mano con De Paul y encajó el 2-0 que cerró el partido y dejó con tiritones a los bullangueros. Es que desde que llegó el actual cuerpo técnico, el equipo no sólo no mejora, sino que va para atrás.
De hecho, con Dudamel el "Romántico" sólo ha ganado un partido (al Audax), ha igualado cuatro veces y ahora, para peor, se la comió doblada con Cobresal. O sea, un terrible 38%, que está encendiendo las alarmas.
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