El delantero, que juega por todo el frente del ataque, tiene 19 años, llegó a los 7 a Boca y el domingo disputó sus primeros minutos en el profesionalismo. Quienes lo siguen semana a semana en la Reserva, dicen que será el próximo crack del balompié trasandino.
El pasado domingo Luca Langoni cumplió uno de sus sueños: sobre el cierre del partido en el que Boca Juniors se impuso a Barracas Central por 3 a 1, ingresó por Sebastián Villa y debutó en el profesionalismo. Un sueño porque el habilidoso delantero llegó al cuadro xeneize en 2009, a sus 7 años. Desde entonces, recorrió un camino que lo posicionó como una de las mayores joyitas que posee actualmente el conjunto de la Ribera.
Langoni jugó apenas un puñado de minutos y lo hizo con el 41 en la espalda. No intervino demasiado en el juego. El resultado ya estaba definido, pero aun así le bastaron un par de arranques para que los hinchas pudieran comprobar que se trata de un “distinto”.
De hecho, en Boca Juniors hay tanta confianza en su juego, que con la parafernalia que rodea actualmente cada mercado de pases, optaron por blindarlo de entrada: ya firmó su primer contrato, hasta 2026. “Inmensamente feliz y agradecido por firmar mi primer contrato con Boca, que me viene formando como jugador y persona hace 13 años. Agradecer a mi familia, que son mi pilar y los que están día a día para ayudarme a cumplir mis sueños”, agradeció entonces en su cuenta de Instagram.
Pero, ¿qué es lo que hace tan especial a Langoni? Su técnico en la reserva de Boca, el histórico lateral derecho Hugo Ibarra, lo define como un delantero completo. Además de sus goles, cuenta con la virtud de la gambeta. Acaso esa sea su mayor arma: los rivales de su categoría pocas veces logran descifrar sus movimientos. Con 19 años se ha ganado un lugar en el cuadro de reserva del xeneize, siempre a la espera de ganarse una posibilidad en el primer equipo.
¿Qué le hace falta para eso? Probablemente trabajar en su contextura física. Claro, Langoni es un jugador que es mirado muy de cerca incluso por Juan Román Riquelme, ídolo y hoy vicepresidente del club. De él destacan su cintura y la aceleración: dicen que tiene una marcha más que el resto. Pero parece hacerle falta ganar potencia y fuerza, pensando en que muchas veces se enfrentará a rivales más grandes en el cuerpo a cuerpo.
Pero las imágenes dicen más que las palabras. A continuación algunos de los goles y mejores jugadas del delantero argentino que promete romperla próximamente:
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