Llamados a manifestarse afuera del estadio mientras se jugaba el partido generaron disputas entre barristas y Carabineros. Hasta Fernando de Paul quedó "grogui" por los gases.
Más allá de que Universidad de Chile jugaba contra Curicó Unido un partido clave para sus aspiraciones, no todos los ojos que llegaron ayer al Nacional estaban puestos en lo que pasaría en el césped.
La muerte de Jorge Mora, hincha de Colo Colo que fue arrollado por Carabineros el martes pasado, tuvo coletazos en el desarrollo de la fecha, y el llamado hecho por algunos grupos de hinchas para no entrar al partido y manifestarse fuera del estadio, tuvo en alerta a todos.
Puntual y sin inconvenientes, el partido arrancó a las 17:30 como estaba pactado. Sin embargo, la temperatura en las calles aledañas al recinto subía conforme pasaban los minutos.
La intersección de Grecia con Pedro de Valdivia fue el foco de los incidentes, donde los hinchas se enfrentaron a la policía con barricadas y proyectiles, pero la apuesta de los manifestantes fue creciendo, y al final entraron al entorno del estadio, llegando incluso a los accesos directos.
Carabineros ocupó sus bombas lacrimógenas para dispersar a la masa, situación que incluso complicó a Fernando de Paul, quien se vió afectado por los gases, sin embargo, el portero pudo continuar.
El caos y la incertidumbre fue aumentando cuando al interior del estadio se fueron plegando a los disturbios, y solo fue el show de Larrivey, autor de cuatro goles, lo que aplacó un poco la furia de la barra azul, que terminado el partido hizo algunos destrozos.
Tras el encuentro, el DT de los azules Hernán Caputto se refirió a los incidentes que se vivieron y aseguró que "se sintieron los gases (lacrimógenos). El árbitro habló con sus asistentes y los jugadores dieron el visto bueno para seguir".
Además, avisó que "es importante que se haya terminado el partido", sentenció el profe de la "U".