El lamento de Dabrowski : "Por apurarme para jugar contra Boca, me perdí la final"

Fue el goleador de Colo Colo en el título albo, pero se perdió los duelos más importantes por una rebelde lesión. "Quería estar con Boca y no jugué por cinco meses", contó.

Al Polaco Dabrowski siempre lo ibas a encontrar en el área decían los jugadores de Colo Colo. Este argentino de 1,89 metros intimidaba a cualquiera, por eso estuvo cinco temporadas jugando por el popular.

Un camino tortuoso, lleno de fracasos internacionales los años 1989 y 1990, pero aún así, él apostó por quedarse porque sabía que la Libertadores era la obsesión del club, y ese 1991 cumplió la promesa que le hizo a Arturo Salah, cuando éste era técnico del club.

El mejor partido de Ricardo Mariano fue en el 4-0 ante Nacional por los cuartos de final de la Copa, donde recuerda que "después del 2-0 nos sentimos tranquilos, luego me toca hacer el tercer gol y fue una fiesta. Era la primera vez que un equipo uruguayo se comía cuatro goles afuera".

Tras eso vino la derrota 2-0 en la vuelta, donde Ricardo tuvo una molestía muscular, el inicio para perderse la final. "Me resentí y luego hice todo lo posible para estar contra Boca Juniors en las semifinales. pero en la práctica final del día lunes, ya que jugábamos los miércoles por la Copa, me esformé mucho y terminé con un desgarro muy feo", acota.

Dabrowski cuenta que "por apurarme para jugar contra Boca me perdí la final y cinco meses de fútbol. Fue muy duro en ese momento, pero ese plantel del 91 era una familia, yo tenía pena por no estar, pero sabía que cualquiera que entrara estaba muy capacitado para hacerlo bien, por eso salimos campeones".

- ¿Cómo vivió el final de la campaña desde afuera? Yo hice todo el ritual con el plantel. Mirko me dijo que si quería me iba a casa y dejaba la concentración después de la lesión, pero ni loco. Ya estábamos todo este tema, no me lo quería perder, pese a no estar en la cancha, sentía que podía apoyar desde afuera.

- ¿Conversó con sus compañeros? Sí, yo era de los más viejos del plantel, sabía la presión que tenía Colo Colo, entonces me preocupaba de darles confianza, apoyarlos y tranquilizarlos.

- ¿Y para la final qué hizo? Estuve en el estadio, vi el partido en la banca como uno más, hice el ritual de irme en la caravana, ayudando al loro Morón que se quedó en pana, algo impensando en estos tiempos. Fue un equipo de mucha humildad, mucho sacrificio.

- ¿Le queda la amargura de perderse la final? Y, ya está. Jugué mucho en esa campaña, hice cinco goles, desgraciadamente no pude estar, pero puedo decir que soy campeón de América y en Chile somos pocos.

El retorno de Dabrowski

- Después volvió como técnico ¿Cómo recuerda esos dos pasos? Hicimos un gran trabajo cuando estuvimos. En 2004 llegamos y no había plata, no habían jugadores, convencí a Matías Fernández para que se reencantara con el fútbol, fuimos punteros del Clausura, partimos ganándole un clásico a la U, pero hubo mucha crítica hacia nosotros. Había un diario que nos reventó todo el semestre, intereses que buscaban que nos fuera mal, después un periodista de ese medio me confidenció que le pedían que nos hiciera mala fama.

- Usted trajo al "Carucha" Fernández a Chile. Le tengo un cariño enorme a Adrián, fueron injustos con él. La prensa lo reventó, siempre se preocupó de los goles que fallaba, pero cuando jugaba y entregaba sacrificio al equipo nunca lo valoraron.

- También subió a Arturo Vidal al primer equipo. Es que era un chico extraordinario, ese segundo semestre del 2005 tuvimos un equipazo. Fernández, Jorge Valdivia, Vidal, Gonzalo Fierro que para mí era espectacular, le dimos la confianza a Claudio Bravo, pero perdimos sólo un partido y nos echaron con polémica. Ese proyecto lo armó Mirko y después fue la base del Colo Colo de Claudio Borghi.

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