Entre las cuatro paredes del encierro obligado, el delantero de la "U" combina la pega familiar de papi con la de alumno en la escuela de César Luis Menotti.
El tiempo en encierro ha dado para todo. Mientras algunos han sacado el "Master Chef" oculto que llevaban adentro para cocinar de todo, otros han apostado por creativas formas para llevar el encuevamiento.
Pero para el delantero de la "U Joaquín Larrivey, sin duda, que la vida entre cuatro paredes ha sido provechosa, porque ha estrujado las horas adelantando el curso de entrenador, nada menos que en la escuela de César Luis Menotti.
"La verdad es que siempre uno se pone a pensar que hay gente que realmente la está pasando mucho peor y eso también no hay que perder de vista. Por supuesto que tenemos ganas de que vuelva todo a la normalidad. En lo deportivo se extraña mucho, los compañeros, el grupo, el estar entrenando con la pelota, pero bueno la vamos llevando bien", comentó Larrivey en un mano a mano frente al arco.
- ¿La familia cómo lo lleva?
Lo más complicado son los niños, yo tengo dos de año y medio y una nena de casi tres, lo complejo es no poder salir de casa.
- Llevan poco en el país...
Nos estábamos acomodando, armando una rutina en familia y vino esto. Es complicado, pero realmente nos ponemos en el lugar de que somos conscientes de los privilegios que tenemos y hay gente que verdaderamente la pasa mal.
-¿Cómo van los estudios?
Es una de los cosas buenas, pues le he sacado el jugo al encierro y he avanzado. De hace poquito más de un año que hago un curso de entrenadores en la escuela de Menotti, que permite a los futbolistas profesionales sacar el título a distancia en un sistema on line con exámenes y trabajos prácticos. En este tiempo me ha ayudado a intercambiar ideas con gente amiga, que está al otro lado de la línea, y me ha permitido oír a muchos entrenadores, tener charlas e ir entendiendo de otro punto de vista el juego.
-¿Por qué Menotti?
Ha sido un gran maestro en Argentina, la escuela es nueva, tiene pocos años en lo que es la docencia. Pregona el juego desde unos valores muy importantes, de los que estoy de acuerdo, e intentaré plasmar si un día me toca dirigir. Tener maestros no sólo de fútbol, si no de la vida, con ejemplos que dan constantemente, es una escuela linda. Incluso, si no vas a ser entrenador porque es una enciclopedia constante.
- ¿Cómo lo hace con los niños?
Es complicado, demandan mucha atención y me encanta estar con ellos, pero mi mujer me ayuda mucho. Sabe que me tiene que dar un tiempo para esto, no solo el estudio, también para las charlas que he tenido en este periodo, donde uno dice 'vamos hablar una hora con gente de fútbol' y terminan siendo dos. Ella me ayuda mucho en ese horario con los nenes, sabe que me estoy instruyendo para algún día ser entrenador y seguir disfrutando del fútbol.
-¿Tiene una fecha para el cambio de profesión?
No todavía. Porque eso se va visualizando con el correr tiempo. Me siento en plena forma, mas allá de estos cuatro meses sin patear una pelota, me siento en un gran momento de mi carrera, que he aprendido mucho los últimos años y que tengo mucho para dar, pero no visualizo un retiro inminente.
"Nos dijeron que el examen fue negativo"
La "U" adelantó los exámenes PCR para todo el plantel, algo que la mayoría se realizó el martes. "El hisopado fue bastante molesto y también tuvimos exámenes de sangre para tener los protocolos y la puesta a punto para cuando se levante la cuarentena y no perder un día en entrenar", contó el delantero.
- ¿Cómo le fue ?
Es molesto, porque te meten unos palos con algodón por la nariz, que parece que te mueven el cerebro, te pica, te dan ganas de estornudar. Por suerte dura nada, pero te queda una sensación molesta durante un buen rato.
- Y los resultados...
Mandaron un mensaje a todo el grupo que éramos negativos, creo que un día tardó la respuesta.