“Las decisiones deberían ser parejas para todos”: Gabriel Castellón, arquero de la “U”, lamenta suspensión del Superclásico

Foto: Felipe Zanca/Photosport
Foto: Felipe Zanca/Photosport

El golero, además, espera que la reprogramación sea justa: “Ojalá que no nos afecte tampoco, que no nos juegue una mala pasada”.

Lo del jueves —la tragedia previa, la muerte de los dos hinchas, la suspensión a fuerza de romper la cancha— enlutó a Colo Colo y se llevó por delante el Superclásico del domingo. El plantel albo, en shock, el viernes am ya había decidido no entrenarse, mientras sus dirigentes deslizaban la opción de reprogramar el partido y el vocero de la Garra Blanca amedrentaba en la pantalla chica. Como dijo Pablo Milad, presidente de la ANFP, “el partido se suspendió” por “hechos de amenazas”, “fue una suspensión por las autoridades”, “preventivo para evitar un mal mayor”.

Esto último, por supuesto, no cayó nada de bien en Universidad de Chile, dado que apenas unas horas antes las mismas autoridades habían autorizado el compromiso.

Ahora, en conferencia de prensa, el golero azul, Gabriel Castellón, hizo patente esa molestia y la hizo con un contundente ejemplo: cuando la “U” solicitó suspender el duelo por Copa Chile ante Coquimbo Unido por la sensible muerte del masoterapeuta del club, Lorenzo Prieto, y se lo negaron.

“Lamentablemente se tomaron otras decisiones. Nosotros en ese momento, como jugadores, pedimos no jugar. Primero por el fallecimiento, por el área médica y por la comitiva que estaba en Coquimbo”, sostuvo el meta. “Pero después nos llegó la orden de que teníamos que acatar y jugar igual. A veces las decisiones deberían ser parejas para todos. Obviamente, es una tragedia que fallezca gente y más cuando están acompañando al equipo”.

Más tarde, Castellón insistió en que las decisiones no pueden beneficiar a un solo club. Dijo lo siguiente.

“Se podrían tomar determinaciones que si para uno, paran todos. El torneo se distorsiona, porque se supone que termina en una fecha, pero hay partidos pendientes y después se alargan dos semanas más. Queda inconcluso”.

Completó, consultado por la reprogramación: “Ojalá que no nos afecte tampoco, que no nos juegue una mala pasada. Si bien acatamos por los sensibles fallecimientos, sí nos sentimos perjudicados porque teníamos todo listo”.

COMPARTIR NOTA