Tras varias temporadas afectada por una grave lesión en la espalda, la tenista nacional vive el mejor año de su carrera, consiguiendo ayer su octavo título ITF consecutivo y, además, luce una racha de 39 victorias.
La atención del tenis nacional ha estado puesta este 2018 en en la figura de Nicolas Jarry, quien este año consiguió su mejor ranking en el circuito ATP (42°), y que hoy se encuentra en Chicago jugando el torneo de exhibición Laver Cup, con las mejores figuras del mundo, como Roger Federer y Novak Djokovic.
Eso al menos ha ocurrido esta temporada entre los varones, pero en mujeres, quizás en un campaña más silenciosa, la nacional Fernanda Brito (293° WTA) está cerca de romper todo tipo de marcas.
Jugando campeonatos ITF, el símil a los torneos Futuros (la menor categoría en la ATP) que se disputan en el circuito masculino, la jugadora de 26 años abrochó ayer su octavo título en línea, sumando 40 triunfos de manera consecutiva.
Todo ocurrió en el ITF de Buenos Aires, donde Fernanda venció 6-1 y 6-4 a Catalina Pella (327°), y con ello quedó a un paso de batir varios récords.
A la chilena le falta apenas un título para convertirse en la tenista con más coronas en la categoría (lleva 26), sumando además 39 partidos invicta, considerando que no pierde desde el pasado 28 de abril.
Brito esta viviendo el mejor año de su carrera, pero para llegar a este nivel la santiaguina ha tenido que sortear bastantes dificultades, las que arrancaron en 2011, cuando una grave lesión en la espalda la obligó a pasar por el quirófano.
Tras la intervención quirúrgica, a la tenista le costó retomar su nivel, tuvo que viajar en un par de oportunidades a Europa para tratarse, y luego optó por ponerse en manos de un sicólogo para intentar superar las dolencias, que muchas veces pasaban por una inestabilidad mental.
Superadas estas dificultades, Fernanda logró instalarse este año entre las 300 mejores raquetas del mundo, y gracias a su gran rendimiento, ahora apunta a un 2019 donde intentará, radidaca en Europa, dar el gran salto de su carrera.
Si bien ya tiene 26 años, la santiaguina está decidida a seguir creciendo, y ya con la confianza ganada en los torneos ITF, la idea de ella es comenzar a pelear en los torneos grandes de la WTA, luchando incluso por un lugar en las qualy de los Grand Slam.
A la espera de lo que venga en 2019, Brito intentará cerrar la presente temporada de la mejor forma, y para ello necesitará lucirse en casa, cuando en noviembre enfrente el Challenger 60 mil de Santiago, donde de realizar una buena campaña ordenaría su calendario pensando en el próximo año, y lo que es aún más importante, podría dar un gran salto en el ranking de la WTA llegando al top 200.