El capitán de la Roja regresó a Chile y dejó varias papitas sobre la mesa.
Luego de la dolorosa eliminación de la Roja en Copa América, varios jugadores empezaron a regresar al país durante las últimas horas.
Uno de ellos, por ejemplo, fue Claudio Bravo, quien como era de esperarse, nuevamente arremetió sin filtro contra el arbitraje, especialmente contra el VAR, por lo sucedido en el duelo ante Canadá, donde no se cobró una agresión evidente sobre Víctor Dávila y Gabriel Suazo fue expulsado por una inexplicable doble amarilla.
“En los tres partidos quedaron al debe con el arbitraje. Hay muchos detalles de los cuales en ningún caso tuvimos beneficio alguno. Más allá de buscarle la quinta pata al gato, es tema del periodismo analizar y mostrar las jugadas. Se culpa al VAR, pero nunca a la persona que están detrás con nombre y apellido, y nunca se les sanciona tampoco”, reflexionó el capitán.
Y sobre la misma, planteó que “está inventado para que el sistema sea de esta manera, detrás de una pantalla hay varias personas analizando cada acción. La tecnología te da para estar encima de todas las jugadas. Esas personas tienen que tener una sanción muy drástica”.
Luego, apuntó sus dardos contra Wilmar Roldán por su cometido en el encuentro entre el “equipo de todos” y los norteamericanos.
“Sientes impotencia, no está en nuestras manos sufrir este tipo de situaciones. Es muy difícil competir teniendo un jugador menos a este nivel. El equipo se vació, dejó el alma. Hay que levantar la cabeza y que el grupo siga trabajando como lo hizo en este torneo, el premio va a venir”, avisó.
¿Retiro?
Pero eso no es todo, pues Bravo también fue consultado sobre su futuro futbolístico, luego que hace un par de semanas se confirmara su salida del Real Betis.
A raíz de eso, el portero reveló que “no me preocupa el futuro, sino el ahora. No miro tan lejanamente. Ahora vienen vacaciones, veremos si son más largas de lo habitual o no, pero serán decisiones que ya me tocará tomar con mi familia, ya más tranquilo”.
Eso sí, recalcó que “el rendimiento te marca muchas cosas, si no hubiese sido bueno diría que ya sería momento de quedarme en casa, pero el incentivo de jugar bien y que tus cercanos te empujan a seguir, pero ya lo veremos. Sigo entrenando bien, sigo haciendo las cosas que cuando tenía 25, 30 años. El paso del tiempo te limita en ciertas cosas, pero va de la mano del rendimiento”.