La historia dice que Colo Colo fue un sabio cacique mapuche que dio pelea por sus tierras frente a los españoles, mientras que en la misma guerra Lautaro mató tantos conquistadores que también se fue en su ley, abatido por las fuerzas hispanas y nada menos que con la espada de Pedro de Valdivia en la mano.
Ambos lucharon por lo que creían justo, y juntos vencieron en la Batalla de Tucapel el 25 de diciembre de 1553, sin imaginar que cuatro siglos más tarde el fútbol esté cerca de rendirles un sentido homenaje.
El 19 de abril de 1925 fue fundado el Club Social y Deportivo Colo Colo, pero antes, el 23 de enero de 1923, fue el nombre de Lautaro el que sirvió para honrar a un humilde equipo de Buin.
La historia de ambos en el fútbol han corrido por carriles distintos, mientras el Cacique se convirtió en el equipo más ganador de la patria, al cuadro buinense apenas le ha alcanzado para dar batalla en el amateurismo, lugar de donde este 2018 pretende despegar.
Invitados por la ANFP, el club dirigido por Álvaro Muñoz participará en una nueva versión de la Copa Chile, donde este lunes fueron sorteados con La Serena.
"Es un equipo respetable, porque pertenece a una división superior, pero no por eso no nos vamos a ilusionar. Los partidos están para jugarlos, y nosotros sabemos que ellos no pasan por su mejor momento. Daremos pelea para seguir avanzando y hemos armado un plantel para aquello", comentó el presidente de la comisión de fútbol, Adrián Riquelme Silva, esperanzado en lo que puedan rendir valores como Aaron Villagra, Sebastián Arce y Fabián Astorga, jugadores que con Cobresal jugaron en Primera División.
A tope
La ilusión de Lautaro está en alto, y si bien la primera tarea será eliminar a los granates en Buin ya piensan en la segunda ronda en la que los ganadores serán sorteados con equipos de Primera División, donde según lo que canten las bolas se podría dar el partido que por 95 años han esperado: enfrentar a Colo Colo y así dar vida a la primera versión del clásico indígena.
"Nunca nos hemos enfrentado, la única vez que estuvimos en el Monumental fue cuando jugamos ante la filial de los albos, cuando ellos decidieron participar en Tercera División. Luego de eso nunca más, ni siquiera en partidos amistosos, como sí lo hemos hecho frente a la Católica. Para nosotros sería un sueño hecho realidad el poder enfrentarnos al equipo más poderoso del país, no sólo por el aspecto deportivo, sino que por el tema histórico que nos une", agregó Riquelme.
La historia del Lautaro ha sido dura, a los buinenses les ha costado identificarse con el club, pese a que "tenemos estadio propio, y tenemos un plan para remodelarlo", según cuenta el jefe de la comisión fútbol.
Pero claro, los éxitos deportivos no es precisamente lo que alimenta la historia de la institución, y sólo en dos oportunidades el equipo coqueteó con el éxito.
"Peleamos el ascenso a Segunda División con Santiago Morning en 1982, y en nuestra última Copa Chile el 2011 avanzamos dos rondas, pero en la tercera no pudimos con Curicó. Perdimos 3-2 en casa, pero de visita caímos 7-0", finalizó Riquelme a la espera de revertir la historia el 29 de abril frente a La Serena.
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