El suizo logró ganar el trofeo en su país, aunque "Sasha" fue el héroe de la jornada.
La Laver Cup se ha transformado de a poco en una instancia importante para los tenistas. Juega Europa contra el resto del mundo, en todo un clásico.
Los del Viejo Continente habían ganado las dos primeras ediciones, pero parecía que por primera vez se quedarían con las manos vacías en Ginebra, Suiza. Se pusieron 11-7 arriba (el último día son 3 puntos por partido ganado), quedando dos encuentros. Pero uno de esos era de Roger Federer, que en casa no quería perder. Batió fácil a John Isner en dos sets y dejó todo en manos de Alexander Zverev.
El alemán no ha tenido un gran año, pero venció en tres sets al canadiense Milos Raonic y le dio el tricampeonato a los europeos.