El exfutbolista del FC Barcelona es acusado de un presunto crimen contra una joven de 23 años, el cual habría ocurrido en una discoteca en diciembre de 2022.
Dani Alves arriesga una pena de hasta 12 años de cárcel por una presunta agresión sexual con penetración que habría efectuado en la discoteca Sutton, contra una joven que tenía 23 años en aquel entonces.
Los cargos por los que está siendo juzgado en la Audiencia Provincial de Barcelona habrían ocurrido la madrugada 31 de diciembre de 2022.
Es por esto que el exfutbolista brasileño se encuentra en prisión preventiva desde el pasado 20 de enero de 2023.
Durante la instancia judicial se han escuchado diversos testimonios sobre el caso.
Uno de ellos es el de la pareja de Alves, la modelo española Joana Sanz.
“En casa tenemos varios muebles. Cuando (él) llegó alrededor de las 4 de la mañana, chocó con el armario y con la mesita de noche. Luego cayó desplomado en la cama. Olía mucho a alcohol”, aseguró
Según ella, aquello supuestamente refleja que el exdeportista “llegó borracho” a su hogar.
Con ese relato, la defensa espera que se reduzca la pena que enfrentaría el exfutbolista si es declarado culpable.
Sin embargo, el argumento de su supuesto estado de ebriedad ha sido ampliamente criticado.
La abogada especializada en violencia de género y delitos contra la libertad sexual, Beatriz Uriarte, manifestó en dichos rescatados por Infobae que “no hay ningún análisis que pueda demostrar que el acusado se encontraba bajo los efectos del alcohol”.
En este sentido, agregó que “la defensa tiene una ardua tarea si solo se limita a utilizar declaraciones de terceros cercanos al acusado y su propia declaración para acreditarlo”.
Con ello hizo referencia a que se requieren pruebas que lo acrediten.
Por su parte, la abogada de Alves, Inés Guardiola, lamentó al inicio del juicio que no se haya efectuado un test para medir el nivel de alcohol en la sangre de su cliente, después del presunto crimen.