El periodista sospecha que, de haber admitido el gol, al arquero “se le tiran los barrabravas” y “capaz que hasta Quinteros lo hubiera retado”.
El indiscutible autogol de Alan Saldivia no convalidado para Unión La Calera, a poco de haberse iniciado el duelo contra Colo Colo, sigue dando que hablar. Ahora, sin ir más lejos, fue el turno de Juan Cristóbal Guarello, quien tomó la palabra para referirse puntualmente a las acciones de Fernando De Paul, otro de los protagonistas de la polémica.
En resumidas cuentas, unas horas después de finalizado el encuentro —que acabó 6 a 1 para a favor del “Cacique”—, se desató el debate: en redes sociales hubo quienes cuestionaron al golero albo por guardar silencio pese a ser testigo clave del grosero error arbitral. El “Pollo” Véliz, por ejemplo, lo definió como un bandido y lo comparó con el “Dibu” Martínez. Él, sin embargo, se defendió en declaraciones posteriores: dijo que la jugada fue rápida y que no llegó a divisar claramente que la pelota había cruzado la línea.
Sobre eso, la posibilidad de reconocer una acción de este tipo, habló Guarello en La hora de King Kong y fue contundente: “Esas actitudes antes en el fútbol eran no una costumbre, no habitual…, pero ocurrían y en la actualidad ocurren de vez en cuando. La verdad es que son escasas y en general no ocurren”.
“El jugador”, arguyó de inmediato el comunicador, “en la idea, se acuerda de lo de Bilardo: ‘Písalo, písalo’. En la idea de que hay que ganar como sea, de que los colores son lo más importante que existe, de que el rival no existe, de que el rival vale callampa, de que el rival son todos malos”.
Más tarde, en la misma línea, Guarello se puso el traje del arquero: “¿Qué hubiese pasado si De Paul sí dice que fue gol? ¿Qué hubiera pasado? Se le tiran los barrabravas, ‘que es terrible gil, que el fútbol es para los vivos’... Capaz que hasta Quinteros lo hubiera retado en el camarín”.
“Por ahí Colo Colo pierde el partido, porque con un gol en el arco de Colo Colo de entrada es otro partido y lo recrimina Quinteros, los compañeros”, agregó enseguida.
Y remató, algo molesto: “En definitiva, en el fútbol se instaló que los vivos mandan. Salvo jugadores que se salen de lo normal, es muy raro que un jugador diga no lo toqué, fue penal, sabe que señor árbitro entró la pelota”.
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