Wanderers estaba sacando pasajes para jugar la final de la liguilla ante Cobreloa, pero en los descuentos, Cobresal clavó dos veces para dar vuelta la llave y seguir soñando.
"Insoportablemente vivos", dice uno de los refranes que mencionan con orgullo los hinchas de Cobresal. Y ahora más que nunca sacan pecho con aquello. Es que el conjunto minero estaba prácticamente muerto, pero el partido recién acaba con el pitazo. Algo cliché, pero cierto.
Para que entienda: el sueño de ascender se estaba acabando, pero en la agonía, el equipo de la ciudad de El Salvador sacó toda esa garra impulsada por su gente y marcó dos estocadas en los descuentos para superar por 4-1 a Wanderers y seguir prendidos con el ascenso a Primera División.
La tarea no era fácil. El equipo porteño había vencido 2-0 en la ida de la liguilla y a los 2 minutos del duelo de revancha, Enzo Gutiérrez colocaba la apertura de la cuenta en el norte, dejando un 3-0 global muy difícil de remontar. Pero Cobresal mejoró su juego, adelantó sus líneas y consiguió el empate rápido. Luego de un centro desde la izquierda, Juan Carlos Gaete (10') aprovechó un pivoteo y desde el punto penal agarró la pelota de lleno para colocar la paridad.
El 1-1 parcial impulsó a los locales a ir por más. Y así no más fue. Luego de un pelotazo largo que se perdía en línea de fondo, Gaete alcanzó a llegar al balón y ejecutó un centro que encontró un derechazo de volea de Ever Cantero para poner arriba 2-1 a Cobresal. Sí, el histórico chascón, quien está en el club desde el 2013 y hasta levantó la copa del 2015, ante la adversidad.
En el complemento, Wanderers enfrió el encuentro para obtener la clasificación, pero a los 91, apareció el milagro del desierto. Cristopher Mesías, quien ingresó en el segundo tiempo, fue el heróe al anotar el tercer tanto que forzaba la definición a penales, pero tras un ataque local, Cerezó derribó dentro del área al "Tobi" Castro y el árbitro no dudó en cobrar penal.
Al frente se paró el paraguayo Cantero, quien fusiló a Viana y desató la euforia de todo un pueblo, que ahora deberá alentar a su equipo en la definición ante Cobreloa. El sueño de Primera sigue vivo.
"Vamos a dar la vida por subir de categoría. Lo merecemos. No bajaremos los brazos", afirmó Mesías.