“Como barra nos sentimos pasados a llevar, vulnerados y discriminados por la autoridad”, indicaron los hinchas azules.
“Lamentamos profundamente que parte de la familia de jugadores, hinchas, público y trabajadores hayan sufrido producto de bombas de ruido. Entendemos que hasta hoy no hay personas dañadas o con secuelas”.
De esta manera, la barra Los de Abajo inició un extenso descargo a través de redes sociales, a pocos días de los incidentes ocurridos en el estadio Roba Rebolledo de Concepción, en el marco del clásico universitario.
“Estamos ciertos que hubo una serie de desaciertos de parte de la autoridad regional y posteriormente de Carabineros, por lo mismo queremos detallar y transparentar los hechos reales y comprobables, y no caer en el show mediático de periodistas y de personas con intereses creados en el fútbol chileno”, agregaron en una declaración.
Asimismo, la hinchada de la “U” planteó que “la respuesta de la autoridad regional fue un no rotundo. Viajamos el día jueves 27 de abril para solucionar el problema con autoridades locales y Carabineros. La respuesta fue la siguiente: ‘Lleguen a las 08.00 de la mañana del domingo y podríamos definir el ingreso de lo no autorizado”.
“Como barra nos sentimos pasados a llevar, vulnerados y discriminados por la autoridad, hace semanas se jugaron partidos con barras locales y de la capital y se permitió el ingreso de los elementos prohibidos a LDA. La noche anterior, en hotelazo, hubo hostigamiento y violencia de parte de Carabineros”, continuaron.
En la misma línea, revelaron que “nos encontramos con la dificultad de un coronel (de Carabineros), quien nos cuestionó medidas de bombos, cajas y hasta leyenda de trapos injustificadamente y sin poder comprobar sus dimensiones”.
“Al tener cuestionado más del 70% de los elementos, le expresamos a Carabineros que estaba equivocado y que debíamos remediarlo. Que era un problema que la barra no entrara al estadio, que se perdía el control de todo”, complementaron.
Luego, afirmaron que el funcionario policial “no nos escuchó, hizo caso omiso a la inquietud, además dijo textual ‘acá mandamos nosotros y nadie nos dirá cómo hacer el trabajo’. En ese instante, se toma la decisión de terminar la participación de la barra como organización en el partido, la mitad de integrante se queda en el exterior del estadio cuidando los elementos y la otra mitad se queda segregada dentro del estadio”.
“¿Cómo nos hacemos responsables de hechos que pasan en sectores inaccesibles para nosotros? Nuestro relato es la verdad, es lo que todo el mundo puede revisar en videos, fotos, testimonios. No hubo detenidos ni antes ni después del partido, nuestra gente viajó sin problemas, no participó en incidentes, no hubo daño mayor al recinto, pero nos parece extraño la rigurosidad para con nosotros en el ingreso de banderas e instrumentos musicales, pero no para el artificio”, concluyeron.