Si la competencia se inicia en 2021, otra vez quedaría en el aire la Copa América, la que entrega un mínimo de 7,5 millones de dólares a cada una de las federaciones de Conmebol.
El calendario y la pandemia se han convertido en verdaderos problemas para las eliminatorias sudamericanas. El Consejo de Conmebol mantuvo la fecha de inicio en octubre, pero la FIFA pidió tiempo para la decisión final. Todo pasa por las lucas, porque si la clasificatoria comienza el 2021 significará un nuevo revés económico para las federaciones, entre ellas la chilena.
Ayer, el fútbol de esta región votó que, en definitiva, la carrera para llegar a Catar 2022 partirá el 8 de octubre. Pero esta noticia parece no tener la suficiente convicción, al menos en los hechos. Es probable que usted no pueda ver a Arturo Vidal o a Alexis Sánchez con la Roja, al menos en esa fecha. Los clubes europeos están dando la pelea para no prestar a los jugadores en este 2020, en medio de la crisis del Covid-19.
Por eso FIFA está atenta a lo que ocurre. En la reunión telemática de ayer, también participó el jefe del organismo, el suizo Gianni Infantino, quien se ofreció a interceder para asegurar la participación de los jugadores que militan en el Viejo Mundo. El problema es que la situación no está en manos del fútbol, sino que sujeta a las políticas sanitarias de cada país, que tiene estrictos protocolos sobre el ingreso de personas fuera de sus fronteras.
"Pérdidas" millonarias
Sin embargo, lo más sensato sería postergar el inicio para el próximo año, tal como lo hicieron la confederación de Asia y la Concacaf. Sobre todo, cuando países con Francia y España están registrando la misma cantidad de casos diarios de coronavirus que en los meses de marzo y abril, el peak de la pandemia.
Pero la negativa de los sudamericanos sólo se refiere exclusivamente a un tema económico. La Copa América de 2020, la que debía realizarse en Argentina y Colombia, ya había presupuestado millonarios premios.
Sólo por participar en el certamen, cada asociación se llevaría cerca de 7,5 millones de dólares por derechos de TV, un incremento de casi el 90% respecto de Brasil 2019.
Dineros que ya estaban contabilizados en el ejercicio de la administración anterior del fútbol chileno, los que obviamente nunca llegaron. Entonces, las federaciones debieron resignarse a esos ingresos, los que deberían llegar el próximo calendario.
Sin embargo, si las eliminatorias comienzan en 2021, el torneo continental quedará en el aire, porque sus fechas en el calendario, seguramente, deberán utilizarse para las clasificatorias.
Una merma importante de dinero. En Brasil 2019, por ejemplo, la Roja se llevó 7 millones de dólares por lograr el cuarto lugar en la competencia. Mientras que el local recibió 11,5 millones de dólares por el título. Cantidades que subirán en la próxima edición de la Copa, en la fecha que finalmente se pueda realizar.