Por un atropello a los cinco años, el tenista perdió su pierna izquierda, pero no sus sueños de ser el mejor around the world, algo que logró hace unas semanas a punta de esfuerzo.
"Un auto subió a la vereda y me arrolló. Estuve dos meses en coma, cambio mi vida, tuve que adaptarme, hubo bullying, aprendí de chico la palabra resiliencia, pero logré mis metas", así define Luis Viñales sus 35 años de vida, en donde dio la vuelta larga, pero logró ser tenista profesional del circuito TPA de Tenis Adaptado de pie.
El oriundo de Concón juega con una prótesis en su pierna izquierda, y pese a que no es la óptima para hacer deporte, lo ha hecho ganar decenas de títulos y llegar al "namber güan" del mundo, logro que consiguió en el Open Malmo de Suecia en febrero pasado tras vencer al local Matt Persson.
"La pasión es más grande que cualquier cansancio. Para llegar a competir al extranjero tuve que dejar mucho de lado, al comienzo todo me lo solventaba yo. Pedía vacaciones, días sin goce de sueldo, me endeudaba para poder cumplir mi sueño", reconoce.
Fuera de la cancha la lucha también es constante. Es enfermero en un Sapu de su comuna y tras los turnos entrena en las cancha de ENAP, entidad que junto al municipio concoíno becaron a Luis.
"Piensa que yo miraba el tenis en una tele IRT en blanco y negro, pensando algún día poder viajar por el mundo jugando como ellos. En ese tiempo ni se hablaba del tenis adaptado, pero un profesor vio mis condiciones y me sumó a esto. La verdad es que en Chile somos pioneros", cuenta el deportista que el año pasado también consiguió el Cóndor de Oro.
- ¿Cómo te defines como tenista?
El tenis adaptado es como el ajedrez, debes buscar la debilidad del otro jugador, pero generalmente mi fuerte es el servicio y el derecho, ahí me ahorro mucha energía.
- ¿Quién es tu tenista favorito?
Marcelo Ríos, lo era desde chico, pero ahora Roger Federer. Es el mejor como tenista y persona. Un genio.
- ¿Tuviste miedo a fracasar?
No, porque me muevo por intuición y siempre sentí que la cancha era mi lugar, nunca dude de mis capacidades, me desarrollé como tenista viendo como jugaba el resto, y si bien no tengo piernas biónicas como otros deportistas, tengo una conexión especial con esto. La mayor discapacidad está en la mente, más que en lo físico.
- ¿Y qué significa ser el N°1 del mundo?
Me pasó algo extraño, estuve como dos semanas desmotivado, pero luego entendí el esfuerzo que significa mantenerse ahí arriba, más allá de tener el uno, lo más importante es demostrar que todo se puede en la vida.
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