Miriam Latournerie asegura que ya "está nerviosa" por el derbi de mañana en el Nacional, dice que le da miedo que agredan a su hijo y confiesa que ni siquiera entiende lo que es un offside.
Es probable que el nombre de Miriam Latournerie no le suene en lo absoluto. Sin embargo, cada vez que arbitra Eduardo Gamboa, le llegan "saludos" desde todo el país. ¿Entendió? Sí, se trata de la mamá del juez que llevará el látigo en el clásico, quien protagonizó para el "Día de la Madre" un comercial de Planvital, obra de la agencia Cooking Media, creadora de la idea #NoTeAcuerdesDeMi.
Claro, decirlo ahora es prácticamente imposible, pues el colegiado de 42 años dirigirá el quinto derbi de su carrera, pero la "mami" sólo espera que sea una jornada tranquila. Por lo mismo se atrevió, incluso, a grabar nuevamente un "réclame" futbolero, que saldrá al aire esta tarde, en el inicio de la fecha 13 entre Palestino y Cobresal.
"Me da nervios que arbitre, sé lo que significa el clásico, es demasiado peligroso. Sólo puedo decirle que vaya lo más calmado posible, él no será el protagonista del partido, sino los jugadores. Depende de cómo se comporten, de lo que propongan los técnicos", explicó a La Cuarta Miriam, de 73 años.
- En todos los clásicos dirigidos por Eduardo ha ganado el Cacique...
- No sé, habrán hecho malabares, sahumerios, no tengo idea... Probablemente jugaron mejor. Influye en un resultado cómo salen ese día, la confianza, el trabajo, la unión.
- ¿Qué opina de que le digan "Galboa"?
- Creo que están totalmente equivocados si piensan que es de Colo Colo, él es igual que yo, a mí siempre me dicen que soy alba, y no es así. O sea, me gustan todos los equipos que van en uno solo, que es la Selección. Creo que por ahí va también su pensamiento.
- Pero en el fondo debe tener una preferencia...
-Pero jamás lo voy a saber. Desde niño nunca demostró que le guste un equipo. Es un secreto muy bien guardado, por eso pienso que a lo mejor es como yo.
- ¿Qué le pasa cuando hay incidentes en la cancha?
-En el instante en que se empiezan a empujar los jugadores, cambio un ratito la tele. Y claro que me da miedo que agredan a Eduardo, pero siempre estoy pidiéndole a Dios que lo proteja.
- ¿Y cuando su hijo se equivoca?
-Antes de que salga a dirigir hablamos por teléfono, es un rito, y le deseo lo mejor. Después le pregunto cómo le fue, dice 'problemas, nada más'. Le contesto que lo tome con calma, que son cosas que se presentan y nada más. A veces son mis sobrinos quienes dicen si se condoreó o estuvo bien.
- ¿Son más los que lo quieren o los que lo odian?
-Mientras a él lo quiera su familia y los que son realmente amigos, está bien. El resto no importa.
- ¿Entiende las reglas del fútbol?
-Nunca me ha gustado, no lo entiendo. No tengo idea lo que es un offside. Él no ha tratado de explicarme, pero yo tampoco le he preguntado.
- ¿Es difícil ser la "patrona" en una familia de árbitros?
- Es lo que eligieron, hay que aceptarlo. Lo peor que me ha tocado vivir son los insultos en cada partido, eso les pasa a los árbitros y jugadores. No puedo hacer nada.
- ¿Cómo es fuera de la cancha?
- Regalón, pero también es como se ve en la cancha. Tiene su forma de demostrar cariño, aunque no es de arrumacos, y se preocupa mucho.
- ¿Le pide algún plato especial?
- ¡Ufff! Es fanático de la carne, los asados, con hartas ensaladas, porque también tiene que cuidarse.
Con el "niño" siempre ha ganado el Cacique
Cuando la ANFP confirmó los árbitros que tendrán que dirigir el Superclásico, a más de algún bullanguero se le desfiguró el rostro.
Es que Eduardo Gamboa será el hombre que tocará el pito al mediodía en el Estadio Nacional. Y cada vez que le ha tocado tamaña pega, siempre los que han levantado los brazos al final han sido los de blanco.
Son cuatro las oportunidades en que ha tenido el honor de comandar el encuentro, donde en 2012 (2-0), 2014 (0-1) y las dos oportunidades en 2015 (1-2 y 2-0) la bendición se las dio a los de Pedrero.
Incluso, en 2015, hasta Johnny Herrera se mandó un "cagamos" cuando le contaron que Gamboa sería el hombre de negro. Cosas del fútbol, nomás.