Lo que sí confirmaron las pericias realizadas es que el Diez sufría cirrosis hepática, problemas renales crónicos y ateromatosis coronaria, entre otras patologías.
La Fiscalía General de San Isidro de Argentina hizo público los resultados de la autopsia de Diego Armando Maradona. ídolo del fútbol mundial que falleció el pasado 25 de noviembre, y sobre cuya muerte se ha especulado mucho en las últimas semanas.
Con un largo historial de adicciones, diferentes fuentes apuntaron al consumo de alguna sustancia que habría provocado su muerte. Aunque también se cuestionó la profesionalidad del médico que le trataba en un momento delicado de salud para el "Barrilete Cósmico", tras haber sido sometido a una operación por un hematoma cerebral días antes de su fallecimiento.
Y es que, según ha arrojado el informe, Maradona estaba gravemente enfermo y sufría cirrosis hepática, necrosis tubular aguda asociada a una patología renal crónica, miocardiofibrosis o ateromatosis coronaria, entre otras patologías que habrían acabado por precipitar el fin de la vida del ídolo argentino.
Maradona estaba limpio
Sin embargo, según reveló el informe toxicológico, "El Pelusa" no había tomado ni alcohol ni drogas en las horas previas a su fallecimiento, pero sí los medicamentos que estaba tomando por sus problemas de salud. Así, la muestra de sangre del argentino ha reflejado que éste consumía sustancias antidepresivas y anticonvulsivas, entre otras, además de medicinas específicas para tratar la dependencia de alcohol y sustancias estupefacientes.
Por último, el informe concluye con que Maradona no tuvo una muerte súbita, sino que agonizó entre seis y ocho horas antes de su fallecimiento. Un duro final para un hombre que lo tuvo todo, aunque no supo conservarlo, y que hizo soñar a varias generaciones con su magia cuando tenía el balón en los pies.