El DT cayó al suelo luego de que el proyectil lo golpeara. “Son hechos que no pueden pasar desapercibidos”, comentó tras el encuentro.
Este martes Ñublense logró vencer de visitante a Cobreloa. Los de Chillán se impusieron por la cuenta mínima en Calama gracias a un agónico gol de Patricio Rubio en los 90+6. Con un lanzamiento de mitad de cancha, el delantero le dio los tres puntos a su equipo, desatando la locura en la cancha del Zorros del Desierto.
Desde el banco de entrenadores, Mario Salas comenzó a festejar el gol cuando su celebración se vio interrumpida por un fuerte botellazo en la cabeza que lo dejó tumbado en el césped. Un hincha del conjunto local lanzó el proyectil desde las galerías, impactando directamente al estratega.
El hecho fue rápidamente denunciado al cuarto árbitro del partido, pero no fue mucho lo que pudieron hacer. Si bien Mario no necesitó de ayuda médica tras recibir el golpe, en conferencia de prensa realizó sus descargos y pidió que estos hechos no queden impunes.
“Una persona me lanzó un Gatorade en forma muy agresiva, muy violenta. La verdad es que me raspó y me golpeó la mano”, señaló, aclarando que su cabeza no recibió de lleno el golpe como se vio en las imágenes.
“Quizás si esa botella hubiese pegado un poquito más adentro, me hubiese pegado más de lleno en la cara o en la sien. A lo mejor estaría en otro lugar u otro lado”, agregó Mario Salas. Finalmente, el DT señaló: “creo que hay que tomar las medidas que corresponden al caso. Son hechos que no pueden pasar desapercibidos”.