El capitán chileno de Copa Davis asumió en el equipo cuando estaba en tercera división y tras cinco años como entrenador lo devolvió al Grupo Mundial.
Apenas Christian Garin convirtió el último punto de la llave ante Austria, Nicolás Massú corrió desde su silla y se abrazó con el joven tenista como lo hacía antiguamente con Fernando González: revolcándose en el suelo.
Y es que la emoción del doble medallista olímpico se vio reflejada luego de conseguir meterse en el grupo mundial tras cinco años como capitán chileno de la Copa Davis.
"Es el día más feliz como entrenador, partimos con chicos que tenían 16 años y ahora estamos dentro de los 18 mejores del mundo. Ellos son chicos que los conozco hace mucho, con ellos hasta el final, es una emoción tremenda", confesó el "Vampiro", quien también aprovechó de agradecer el apoyo y la confianza de todos en un momento tan importante para el tenis nacional.
"Estoy agradecido, porque a estos chicos los conozco de años, esperamos tanto, todos queríamos llegar arriba y ya llegamos. Es una emoción tremenda, tenemos un equipo joven y vamos a seguir peleando por el futuro. Quiero agradecer a todos que nos apoyaron mucho", destacó el ex número 9 del mundo.
Consultado sobre el próximo desafío en Madrid, el Nico solo mostró la bandera chilena bordada en la polera de su pecho. "Ésta es la numero uno, con eso basta. Con eso vamos a ganar", concluyó.