El crack goza la revancha con sus goles en el Ñublense campeón de la B. Aunque no oculta la pena por la muerte de su hermano.
De cabro chico, Mathías Pinto tenía pinta de crack. En el CDA lo pintaban como la joya, estuvo a prueba en el Liverpool inglés, lo que "me cambió la mente, el norte, me fortaleció como jugador", indica sin rencor por el cero rating del Bulla.
Martín Lasarte lo hizo debutar, convirtió un gol, pero fue la única vez que se puso la azul. Pasó por San Marcos, en Melipilla comenzó a marcar sus primeros goles y el 2019 explotó en Ñublense, club con el que se convirtió en campeón del ascenso hace tres días.
"Me motivó la espinita de no ascender en 2019, el estallido social nos paró ese sueño. Para mí Jaime (García) es clave en este equipo. En Coquimbo no la pase muy bien, así que volví con todas las ganas, cuenta.
Llegó a finales de octubre y en 12 partidos marcó nueve pepas, que según él "fueron por la confianza que me dieron. Las estadísticas son buenas, pero soy realista, esto es la B y yo quiero consolidarme en primera, acá ya tengo un nombre".
El 2020 fue difícil para Pinto, perdió a su hermano que murió en Estados Unidos y eso la bajó. "El año pasado fue duro, que se vaya un hermano no se lo doy a nadie, veo a mis papás sufriendo, pero saliendo adelante por el amor que nos tienen como hijos", acota.
Pinto y el Bulla
Pero si hay algo que el pepero tiene claro es que "aún no han visto la mejor versión de Mathías Pinto. Espero que este sea mi año en Primera, que logre explotar e irme al extranjero, pensar en la selección, tengo muchas ganas de ser una alternativa en este proceso. En Ñublense tengo que consolidarme para ir afuera o a un equipo grande", sostiene.
- ¿La "U", por ejemplo? Para mí la "U" es una etapa cerrada. Quiero saltar al extranjero, tiene que pasar algo muy raro para que yo vuelva a la "U". Esto va más allá de lo qué pasó, siempre me ofrecí y nunca me tuvieron en cuenta. Nunca negaré que el club me dio mucho, pero después está la gente de arriba que nunca me consideró.
- Usted ya estuvo en Europa de juvenil... Sí, fue una experiencia para toda la vida. Estar en el Liverpool me ayudó. Son cosas que me da nostalgia recordar, porque ahora todo es competitivo, dinero, envidia, en esos años uno peleaba por el puesto y no había envidia por el compañero, pero todo eso me motiva para mostrar lo mejor de mí.
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