El delantero aseguró que con Carlos Heller ya hizo las paces, pero que con el Polaco no tiene buena relación, por lo que duda que golpeé su puerta.
La teleserie entre Mauricio Pinilla y la Universidad de Chile ha tenido más capítulos que Verdades Ocultas. El delantero dejó al equipo azul a mediados de 2018, con un frustrado traspaso a Colon de Santa Fe que incluyó una demanda ganada por Azul Azul. Un culebrón de aquellos.
Resulta que el jugador que rompió muchas camas, practicando chilenas para los mal pensados, quedó libre tras defender la camiseta de Coquimbo Unido durante este 2019. Y la necesidad de la "U" de traer un 9 pepero que haga olvidar la pésima campaña que los tuvo peleando el descenso todo el año, hizo pensar en algunos el nombre del ex jugador de Atalanta.
Y es que bien dicen que donde hubo fuego, cenizas quedan, pero parece que esta vez no podrá volver la llama del amor entre "Pingol" y el "Bulla". Una vieja pelea con el actual directivo de Azul Azul, Rodrigo Goldberg, sería la causa.
"No creo que me llame el Polaco, no me tiene buena y nunca ha hablado bien de mí", remató fuerte el jugador de 35 años, en entrevista con Juvenal Olmos para el programa de CDF, "Sin Barrera", que será emitido este lunes a las 21:00.
El oriundo de San Miguel, aseguró los dramas vienen de la época en que Goldberg, estaba del lado de los micrófonos. "Una vez dijo que (Marcelo) Bielsa nunca me iba a llamar. A la semana me llamó. No sé qué tendrá conmigo, pero veo difícil que me llame él. Por sanidad para ambas partes, hay ciclos que es mejor cerrar", le contó al ex DT de la Roja, alejando la posibilidad de regresar a su club formador.
"Me sentí traicionado"
Sobre el culebreo de 2018, cuando se fue enojado hasta con los perros del CDA, Pinilla hizo su mea culpa. "Mi error fue no haber conversado con los dirigentes que tenían el peso suficiente y definían. Tomé una decisión apresurada y les dije 'sigan haciendo su pega como lo están haciendo, pero yo no seré cómplice de sus cagadas'".
"Cuando Heller salió diciendo: 'Pinilla no es más jugador de la U', me sentí traicionado. Para algunos hinchas quedé yo como traidor y no fue así. Peleé por muchas cosas, quizás me puse medio sindicalista y al final pagué el precio que están pagando todos los jugadores", agregó.
Pese a que reconoce que con Carlos Heller ya se fumó la pipa de la paz, cree que su relación con los hinchas sufrió un gran daño que complica su retorno. "Me junté con Carlos (Heller), vimos nuestros temas y los aclaramos. Hay una relación que está desgastada entre yo y el hincha, más que yo y los dirigentes", acusó.
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