El extraordinario exdelantero admitió que le hubiera gustado disputar esa Copa del Mundo. También apuntó a Bielsa como “uno de los mejores técnicos que tuve en mi carrera”.
El domingo 23 de noviembre de 2008 fue una jornada triste para el fútbol chileno. Esa tarde, pese a convertir dos tantos —lo que enseñaba su plena vigencia— para el club de toda su vida, la Universidad de Chile, quedar eliminados en la primera fase de playoffs después de haber rematado primeros en la tabla general fue un golpe demasiado fuerte para el “Matador”, que había llegado a dos finales —Clausura ‘05 y Apertura ‘06— desde su regreso a las canchas nacionales pero sin todavía dar otra vuelta olímpica. Cansado, con una lesión de rodilla a cuestas, pospartido ante Cobreloa se despidió de sus compañeros y cinco días más tarde confirmó la noticia que nadie quería creer y mucho menos escuchar: con apenas 32 años, uno de los mejores delanteros de nuestra historia, mejor futbolista de América en 1997, multicampeón e ídolo en la “U”, River Plate y Lazio, hasta entonces goleador histórico de La Roja, José Marcelo Salas Melinao colgaba los botines.
“Mi retiro fue sorpresivo”, reconoce ahora, quince años después, el 11, “luego del partido que perdimos con Cobreloa, me dije hasta aquí llegamos y me fui a despedir de mis compañeros”.
“Nadie me creía, pensaban que era una broma. Después me vino el bajón y empecé a asimilar todo”, contó en el programa Pulso de TNT Sports.
Claro, hubo un bajón porque Salas, a esas alturas, aunque mermado físicamente seguía siendo un punta determinante. Incluso, recién llegado, Marcelo Bielsa lo consideró de inmediato dentro de sus nóminas para La Roja. Contra Uruguay, por ejemplo, en el histórico empate rescatado en el Centenario, el “Matador” marcó por duplicado. Fueron sus últimos dos goles por el combinado nacional.
“Me dio vueltas después el haberme retirado y no haber estado en el Mundial de Sudáfrica 2010″, admitió el nacido en Temuco. “Pensaba que quizás podría haberme recuperado bien de la rodilla y estar en este último gran torneo y retirarme”.
Y luego explicó por qué: “A cualquiera le hubiera gustado ser parte de la generación dorada. Fue una etapa muy linda, con cerca de 20 jugadores jugando en Europa con un ritmo distinto. Todo más ordenado. Se disfrutaba más de lo que nosotros tuvimos que sufrir cada partido”.
También estaba el factor Bielsa. “Fue uno de los mejores técnicos que tuve en mi carrera”, apuntó el “Matador” aun cuando lo tuvo apenas por unos meses.
“Hoy Uruguay se hace más peligrosa con Bielsa en el banco. Será un desafío complicado para la Selección, se viene difícil”, completó.
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