“Me fui a probar a Católica estando en la ‘U’…”: Johnny Herrera cuenta la verdad sobre su vínculo con la UC

Johnny Herrera contra los cruzados.
Johnny Herrera contra los cruzados.

El ídolo de Universidad de Chile aclaró de dónde salieron los rumores de un amor no correspondido con el cuadro de la precordillera.

Hace algún tiempo se echó a correr el rumor de que Johnny Herrera no siempre fue tan bullanguero como se ufana cada vez que le es posible. Amparado en el archivo, una entrevista de 2001 con la revista Triunfo en la que parece haber hablado más de la cuenta, se difundió que su corazón en realidad era cruzado. Especialmente en redes sociales, devino viral una screenshot borrosa acompañada de algunos extractos de la charla. Revelaba haber ido a San Carlos de Apoquindo “solo”, “por amor a la Católica” y “sin que supieran en la ‘U’”. En Todos somos técnicos se lo consultan de tanto en tanto, pero él siempre responde igual: que eso está tergiversado.

Sin estar del todo resuelto el asunto, Marcelo Ramírez buscó al ídolo de Universidad de Chile en el primer capítulo de El legado. “¿Cuándo te hiciste chuncho… fuiste siempre chuncho?”, le preguntó.

Y Johnny, mientras rellenaba un vaso con agua, se allanó a aclarar la verdadera historia: “Yo sí, si hay una confusión ahí. Lo que pasa es que hay otra historia. Cuando chico, yo me fui a probar a Católica. A los 14 años, en el segundo año en Santiago”.

“Estando en la ‘U’, te vai a probar a Católica”, lo apuró el “Rambo”.

“Estando en la ‘U’, claro, y jugando y todo”, continuó lentamente el relato. “Porque vivíamos cuatro en la pensión de Providencia, en Pedro León Gallo con Salvador… buen barrio, buen barrio. Entonces, éramos buenos para hacer la cimarra. Éramos cuatro: estaba Jerez que era de Traiguén; estaba Albornoz, que es JJ (Juan José) Albornoz, que después jugó profesional, y César Moya, que no llegó. Estudiábamos en el Augusto d’Halmar, extraordinario colegio. Nos acostumbramos a hacer la cimarra y la Yolita Campos, que en esa época era la asistente social, nuestra apoderada, nos pilló”.

Y tan pronto los pilló en falta, les dijo que debían irse. En concreto, según Herrera, “el informe de ella era que nos querían echar a los cuatro. Cresta, nos van a echar, y ya cachábamos porque nos habían pasado el dato. Entonces, faltaba un mes y medio para que terminara el año y yo, pucha, estaba atajando todo, me estaba acostumbrando a Santiago, cómo me iba a perder la oportunidad de ser cadete”. Por eso, “en ese tiempo, me fui a probar a Católica”.

“¡No te puedo creer!”, se reía a esas alturas el “Rambo” Ramírez.

Sigue Johnny: “Entrenaba en las tardes en la ‘U’ y tenía como un día por medio en que seguí faltando al colegio, y me fui a probar una vez a la semana a Católica. Me agarró (Ronnie) Radonich, me acuerdo de él, no sé si él se acuerda de mí, y me hizo ir todo el tiempo. Me consiguió ropa, ¿cachái? Cachó que tenía condiciones. Me acuerdo que iba en la tarde, entrenaba con una serie mayor. Y claro, yo probándome, dejái la vida, po hueón. Atajaba todo”.

“Por eso”, completó, “salió después que yo había ido a Católica, no sé por qué cosa, y ahí se tergiversó toda la situación. Yo pensé que me iban a echar. A final de año, si hablái alguna vez con JJ Albornoz, los echan a ellos tres y a mí me dejan. Nunca supe por qué. Algo gatilló que me dejaran a mí y a ellos los mandaran de vuelta a sus casas”.

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