Pablo Migliore, ex meta de San Lorenzo, Racing y Boca que alguna vez se agarró a aletazos con Gary Medel por un lío de faldas, besó la lona en la disputa del título peso pesado que nunca más olvidará.
Desde que decidió cambiar los guantes de arquero por los de boxeo, el argentino Pablo Migliore ganó sus primeras tres peleas, todas por nocaut, pero este fin de semana le salió el cuco y recibió una salsa de cornetes que lo dejó viendo pajaritos de colores.
El verdugo del ex portero de Boca Juniors, Racing, San Lorenzo y Huracán, entre otros clubes, fue Ezeqiel "Chiquito" Zárate, quien dejó al "Loco" como bofe.
El combate fue un verdadero suplicio para Migliore, ya que tras un comienzo reñido, en el séptimo round comenzó a guatear y a vivir en persona lo que es una piñata de cumpleaño.
Tras recibir una ráfaga de combos, Migliore se fue como hollejo al suelo y sólo atinó a escuchar cómo el réferi le contaba hasta 10, eso sí, con algo de polémica, porque estuvo más de 10 segundos tendido en el cuadrilátero. Luego sonó la campana y el "Loco" tuvo su minuto de descanso en el rincón.
Sin embargo, en el octavo round a Migliore definitivamente se le vino la noche, pues "Chiquito" Zárate lo arrinconó a punta de coscachos, sin que pudiera reaccionar.
Antes de que lo mandaran a la dimensión desconocida, Migliore fue salvado por sus asistentes, quienes decidieron tirar la toalla para terminar la fleta.
De esa forma, el ex arquero no pudo alargar su invicto y se quedó con las ganas de convertirse en el campeón argentino de los peso pesado de la World Pugilism Commission (WPC), un organismo con olor a chantilly que ni siquiera tiene reconocimiento a nivel mundial.
Se agarró con el pitbull
Para más remate, el "Loco" todavía no es reconocido como boxeador por la Federación Argentina de Boxeo, por lo que sus combates son considerados como ilegales. Por lo mismo, Migliore se sube al ring con el respaldo de la WPC.
Además de hacerse conocido por cambiar el fútbol por el deporte de los puños, Pablo Migliore también saltó a la primera plana en 2010, cuando tuvo un encontrón con Gary Medel.
La rosca se armó en un partido entre Boca Juniors y San Lorenzo, según la prensa argentina, a causa de un atado de "faldas".