Para el ex boxeador la muerte de su progenitora lo ayudó a forjar el carácter que posteriormente sirvió para su carrera.
Mike Tyson tenía 16 años cuando su madre Lorna Smith falleció, previo a su muerte, el ex boxeador contó en una entrevista con Club ShayShay, que ambos no tenían una buena relación.
Tyson recuerda que su madre nunca dejó de verlo como un niño pequeño, y que lo cuidaba de esa misma forma, sobreprotegiéndolo. Ante esto, el deportista considera que lo mejor que pudo pasar en su vida y futura carrera es que su madre falleciera.
“Una de las mejores cosas que me ha pasado es que mi madre muera. Recuerdo que ella me cuidaba como un bebé. Nunca hubiera entrado a las peleas callejeras y de ninguna manera hubiera aprendido a ponerme de pie por mi mismo”.
Además agregó que a pesar de cuidarlo de esa forma, la relación entre ambos no era la mejor, ya que a pesar del cariño lograba ser agresiva con él. “Nunca tuvo una vida en común, nunca trabajó mucho. Realmente no tenía miedo de golpearte, golpearte con cualquier cosa. Bebía mucho, tenía muchos novios y esas cosas. A veces su novio venía y estaba borracho, les cortaba los bolsillos y robaba su dinero”.
El crecer con una madre así, y en un ambiente de pobreza provocó que Tyson desde pequeño estuviera metido en problemas. A las 12 años ya había sido arrestado por pelear en la calle. El ex boxeador cree que su madre siempre se quedó con esta imagen de él, y nunca lo vio de otra forma.
“Nunca vi a mi madre feliz conmigo y orgullosa de mí por hacer algo. Ella sólo me conocía como un niño salvaje que corría por las calles y volvía a casa con ropa nueva que ella sabía no pagué. Nunca tuve la oportunidad de de hablar con ella o saber de ella”.
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