“Mis hijos me preguntan cuándo volveré a caminar…”: el duro presente de Joe Abrigo tras lesionarse gravemente

El talentoso volante del cuadro nortino tiene para rato producto de una lesión en cada pie.

Coquimbo Unido no lo pasa nada bien. El cuadro pirata es serio candidato a descender, se ubica último en la tabla de posiciones y, por si fuera poco, perdió por el resto de la temporada a su figura más destacada, Joe Abrigo.

Con 12 tantos en el torneo, el talentoso mediapunta era uno de los jugadores más peligrosos del campeonato y la esperanza del cuadro nortino. Sin embargo, sufrió una doble lesión que lo obligan a utilizar bastón para movilizarse: una fractura en el pie derecho y la rotura del tendón de Aquiles en el izquierdo.

En conversación con LUN, fue el propio futbolista el que detalló cómo va su recuperación: “Vamos de a poquito mejorando. Puedo caminar ya con un bastón y el 21 de septiembre me evalúan otra vez para ver si puedo retornar a Coquimbo”, dijo de entrada.

Y agregó que “no es que esté más feliz ni nada de eso, pero con los días me enfoco más en la recuperación. Está la tristeza de no poder entrenar, no poder jugar o ver partidos en televisión, aunque trato de estar bien por la familia”.

De una u otra manera, esta pausa le ha permitido compartir más con ellos y particularmente con sus hijos: “Cuando uno viaja, está concentrado o jugando, desconoce cosas que ahora en el día a día va descubriendo. Les he ido conociendo más las mañas”.

Aunque luego sostuvo que “me preguntan cuándo me voy a recuperar, cuándo volveré a caminar y esas cosas”.

Más tarde, Abrigo precisó su rutina: “En el pie derecho tengo una fractura de un hueso pequeño que le da equilibrio y en el izquierdo está la rotura del tendón. Inicio el trabaio con biomecánica a las dos de la tarde y después paso a kinesiología donde termino entre seis y siete”.

“Son jornadas largas, pero vale la pena”, continuó, “estoy varias horas metido ahí. En las primeras sesiones, voy buscando el movimiento de los dedos de mis pies, llevo dos semanas desde la operación y ya puedo aumentar las cargas de peso sobre las piernas”.

Finalmente aseguró que, de no mediar ningún inconveniente, “en ocho semanas estaría caminando sin botas ortopédicas ni bastones”.

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