Los argentinos y sus cánticos inconfundibles. Los brasileños y su "Meesi chao, Messi chao ". Los méxicanos interpretando "Entrégate" de Luis Miguel. El "saaabor" de la cumbia colombiana y los más de 50 mil peruanos que acompañaron a su selección... ya no están.
El Mundial se ha quedado sin hinchas. Y la FIFA está con tragedia, pues ya nadie llevará la fiesta a las gradas. Ni siquiera los rusos, los dueños de casa, están interesados en la semifinales, pues aún les duele haber quedado en el camino por la ruleta rusa, valga la ironía, que significa la tanda de penales (perdieron ante Croacia).
Y claro, tanto el ente rector como la organización de la cita planetaria garantizan que los estadios estarán llenos, pues las entradas están vendidas, pero saben que faltará la "pasión".
Y para que no crea que estamos exagerando, el diario catalán Sport detalló que sólo 3.500 franceses apoyaron a su elenco ante Uruguay, y un poco más de tres mil belgas vieron a su país eliminar a Brasil in situ.
O sea, si se repiten estas cifras, mañana sólo un 10% del estadio Krestovski de San Petersburgo podría ser ocupado por verdaderos fanáticos. Y eso que muchos aseguran que el encuentro de estas naciones es la final adelantada de la cita planetaria.
La esperanza tofi
Lo que parece catastrófico en esta parte del cuadro, se agrava cuando uno piensa que por el otro lado va Croacia y que su duelo ante Inglaterra se jugará en el estadio Luznhniki, donde caben exactamente 78.011 personas.
Es que los seguidores de Luka Modric sólo han registrado una débil presencia en la tierra del vodka: No han superado los dos mil boletos hasta ahora.
Los ingleses, al menos, dan esperanza. Es que según se reportó desde la nación de Putin, los tofis están ilusionados con llegar a la final y la demanda de tickets ha subido de manera considerable en reventa.