El disgusto explotó ayer cuando el técnico no alineó al capitán entre los titulares y eso que le había pedido que se cuidara para esta semana.
Esteban pidió su arribo. Y Mario lo llenó de elogios cuando llegó. Pero el tiempo congeló su relación y ayer, definitivamente, se produjo un quiebre.
¡Murió la flor! O al menos eso es lo que cuentan en el Monumental, donde ayer vieron cómo el "7" hirvió cuando se dio cuenta que quedó fuera del once que enfrentará a Curicó mañana a las 17.30 horas en la Casa Blanca.
Y si bien falta una práctica, en la que Salas podría cambiar su parecer, siempre los titulares se prueban los días jueves y los viernes se ratifican en la práctica privada. Entrenamientos en los que Paredes participó del equipo suplente y Javier Parraguez ocupó su lugar.
Pero hay otro capítulo, porque la molestia del "goleador del siglo" no es porque su compañero sea estelar. Su rabia viene por el doble discurso con que se maneja el jefe.
"La semana pasada, tras el escándalo de Orión, lo dejó fuera de la citación para que supuestamente se cuidara y así estuviera al 'cien' en este duelo. Y ahora que está al 'mil por ciento', no lo pone desde el inicio", cuenta una fuente cercana al jineteado.
A eso se agrega la molestia de algunos colegas del eterno pichichi, quienes vociferan por que "estamos fallando en la última puntada y al goleador que tenemos no lo cita o lo manda a la banca".
Desde el entorno del "Comandante" dicen que hay consecuencia con el proyecto que desea implantar el club (60% de jugadores formados en casa y 40% venidos de afuera) y que urge renovar el equipo. La guerra está desatada...