El exorbitante dinero que percibe el astro brasileño hace, en principio, imposible que otro cuadro pueda sumarlo a sus filas… pero en París buscarían la forma.
El Paris Saint-Germain, como cada temporada, se propuso ganarlo todo, y para conseguirlo, en esta oportunidad echaron mano a los servicios de Luis Campos como asesor deportivo y armaron un plantel con Christophe Galtier en el banquillo, el favorito de Kylian Mbappé y un erudito del balompié galo. Sin embargo, apenas bastaron dos derrotas en fila para derrumbar el proyecto y caer en desconfianzas.
Fuera de la Copa de Francia a manos del Olympique de Marsella, ahora al PSG le queda la liga, que lidera aún con cierta holgura, pero es sabido que el mayor objetivo es la Champions League. Y la mala racha los agarró precisamente cuando este martes comienzan los octavos de final, donde medirán fuerzas frente al Bayern Múnich, uno de los favoritos. La llave asoma como clave de cara al futuro de la institución.
Un futuro que la dirigencia qatarí no ve del todo clara, y que quiere corregir con una remodelación que empezaría con la salida de Neymar. El brasileño, que llegó como estrella y era considerado el cabecilla de los parisinos, cedió ese lugar a Kylian Mbappé y Lionel Messi, hoy las verdaderas esperanzas.
Por otro lado, el astro de La Verdeamarela no se ha visto cómodo en las últimas semanas y, de hecho, el pasado domingo, según L’Equipe, se habría envuelto en una dura discusión con Luis Campos, de modo que inevitablemente es uno de los apuntados en el mal pasar que atraviesa el PSG.
El tema es que, más allá de que la decisión sea venderlo, el contrato de Neymar es prácticamente inalcanzable para cualquier otro club del mundo. El brasileño renovó su contrato automáticamente hasta 2027 y en cada una de esas cuatro temporadas recibirá unos 36 millones de euros. Una locura. Aun así, aunque se perciba imposible de entrada, todo indica que el cuadro parisino hará lo posible por poner en el mercado al delantero en la próxima ventana.
¿Qué podría cambiar la ecuación? De acuerdo a lo que informa Sport, que Messi no acepte la renovación. Es la mayor prioridad actualmente para los qataríes, pero el astro argentino aún se mantiene estoico y no ha dado respuesta al ofrecimiento. Si se va Lio, no les quedaría de otra…