Hossein Khosrow Ali Vaziri, el luchador iraní más conocido como The Iron Sheik, falleció a los 81 años de edad. Su cuenta de oficial de Twitter, en donde habitualmente eran publicados sus deslenguados comentarios, confirmó su deceso.

“Hoy nos reunimos con gran pesar para despedir a una verdadera leyenda, una fuerza de la naturaleza y una figura icónica que dejó una huella increíble en el mundo de la lucha libre profesional. Con gran tristeza compartimos la noticia del fallecimiento de The Iron Sheik, pero también nos consuela saber que partió de este mundo en paz, dejando un legado que perdurará en las generaciones venideras”, reveló el publicado.

The Iron Sheik entrenó en la lucha libre grecoromana, intentando ser parte del equipo olímpico de Irán en 1968, para luego trabajar posteriormente como entrenador de los equipos de Estados Unidos durante los setentas.

Durante esa misma década entrenó para convertirse en luchador profesional en compañías como la American Wrestling Association. adoptando su clásico look con la cabeza rapada, su bigote y botas con puntas curvadas inspiradas en el legendario luchador conocido como The Sheik.

Posteriormente, Hossein trabajó en múltiples empresas, aunque realmente alcanzó la gloria en la World Wrestling Federation, ahora conocida como WWE.

En la compañía de Vince McMahon, the Iron Sheik ganó el título mundial derrotando a Bob Backlund en diciembre de 1983. Poco después, el luchador perdió el campeonato ante Hulk Hogan, lo que dio pie a la “Hulkmania” y la posterior explosión de la lucha libre profesional de la mano del evento Wrestlemania.

En la primera edición de aquel evento, The Iron Sheik conformó un malvado equipo con Nikolai Volkoff, quien tenía un personaje soviético, para ganar el título en parejas de la WWF. Ambos luchadores fueron ampliamente odiados por los fans, reforzando de paso su popularidad del Sheik, quien inclusive llegó a aparecer en el videoclip de Cyndi Lauper para la canción “Goonies ‘R’ Good Enough”.

El Sheik fue despedido de la WWF en 1987 tras un incidente con la policía, ya que su automóvil fue detenido y se encontró cocaína en su posesión, aunque rápidamente volvió en 1988 para continuar en su rol de villano. No obstante, los problemas de peso y movilidad transformaron a su estadía en algo que solo duró un par de meses.

A partir de ese momento, el Sheik tuvo un recorrido por múltiples compañías y tuvo varias apariciones especiales en la WWF, incluyendo una lucha en el Summerslam de 1991 contra Hulk Hogan y The Ultimate Warrior, pero nunca logró volver al primer foco. Quizás su momento de mayor relevancia fue su participación en la batalla real de leyendas de Wrestlemania X-Seven, un combate que logró ganar en 2001.

En aquél combate, pese a seguir siendo representado como un villano, el Sheik fue ampliamente ovacionado, ya que su figura terminó instalándose como una figura de culto entre los fans de la lucha libre, algo que solo siguió fomentándose en las décadas siguientes. El propio Sheik reforzó su figura pop a través de redes sociales en los últimos años, siempre disparando comentarios sin filtro contra luchadores, especialmente Hulk Hogan, y otras figuras del entretenimiento.

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