Antes de debutar hoy en la Copa Sudamericana, Nano Díaz habla del feliz presente con la Unión puntera, luego que se fue Martín Palermo. Al "Titán", reitera, le dijo todas las cosas a la cara.
"El primer día de cuando asumí la gerencia deportiva, dije que iba a volver a dirigir, no dije cuándo, pero sí que lo haría y aquí estoy", dice Fernando Díaz sobre este regreso a los bancos, el que se materializó a inicios de noviembre cuando Martín Palermo dejó Unión Española y el "Nano" colgó el traje de la gerencia para volver a sentir el buzo con olor a pasto.
De eso han pasado cuatro meses, Díaz comanda a uno de los punteros del certamen y hoy debutan ante Mushuc Runa por la Sudamericana. "Tengo una relación especial con este club, fui campeón después de casi 30 años, el año pasado clasificamos al equipo a la Copa cuando el tema estaba muy complicado, y ahora tenemos un buen momento lo que es una responsabilidad gigante", dice.
Pero volver a dirigir no fue fácil. Sus últimas experiencias estuvieron más cerca del fracaso. Bajó con la UdeC, Ñublense, en Arica no alcanzó a terminar el torneo, pasó por Guatemala, cosas que según Díaz "me han hecho fuerte. En mi carrera ha habido malas, pero también muchas buenas, por eso no me extraña el momento que estamos pasando. No siempre he jugado de la misma manera, pero estoy acá porque uno debe buscar la forma de ganar. Siento que el histórico Ñublense de 2008 se parece mucho a este equipo de transiciones rápidas y reagrupamiento progresivo".
- ¿Pensó que estaba fuera del fútbol en algún minuto?
No. Tengo una carrera larga lo que me motiva, mientras estuve fuera de la cancha seguí siendo profesor del INAF, lo que me mantenía actualizado para cuando volviera.
- ¿Le molesta que se siga hablando de su relación con Martín Palermo?
Eso pasó hace meses, lo que le dije se lo dije personalmente, es algo cerrado, ahora, los resultados están a la vista. Sé lo que tengo que escuchar, lo que tengo que hacer, a mí no me afecta si hablan bien o mal de mí. Los técnicos vivimos constantemente entre el elogio y la crítica. Por situaciones futbolísticas y de mi vida tengo un cuero duro, una capacidad de resiliencia tremenda y me gusta ir siempre de frente.