Una nueva tarjeta amarilla, aun sin jugar el partido, desató la molestia de los hinchas.
Cuando Universidad Católica parecía al fin reencontrar el rumbo luego del triunfo a domicilio sobre Palestino, el elenco de Nicolás Núñez volvió a estrellarse y donde más le duele: perdió con claridad ante Coquimbo Unido y se quedó sin competencias internacionales, uno de los objetivos más ambiciosos que se propusieron para esta campaña.
El orden que presentó el cuadro pirata, con un Luciano Cabral inspirado y un “Mono” Sánchez solvente cada vez que fue requerido, bastó para desarmar la propuesta de los cruzados.
Pero, al margen de las críticas que se ganaron en especial Núñez —a quien le piden renunciar— y después sus dirigidos, hubo algo que llamó particularmente la atención: un sector de los hinchas perdió la paciencia con Nicolás Castillo, delantero que regresó después de casi dos años sin jugar casi como un ídolo a la institución.
Llama la atención porque Castillo ni siquiera entró al campo de juego ante los nortinos, sin embargo, tal como le sucediera ante Ñublense, fue merecedor de una tarjeta amarilla por sus airados reclamos desde el banco de suplentes.
Eso sacó de quicio a los de la franja. Y por cierto, su pobre registro: desde que volvió, el Nico cuenta tres tarjetas amarillas, una roja, un partido disputado. Insólito.
“Ni en las cómicas”, “No ayuda siendo termo”, “Está siendo un puro cacho”, “Acumula más tarjetas que goles”.
Algunos de los comentarios que se repitieron en redes:
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