La historia del niño renquino que ataja a puro corazón

Con solo 10 años, Felipe Tello ya es un reconocido portero de la "Escuela de Fútbol de Eduardo Vargas". Y no solo por tapar goles a pesar de no tener manos ni pies, sino también por su entusiasmo y optimismo. "Quiero ser el mejor del mundo", avisó el pequeñín.

Felipe Tello es un niño alegre, obediente en su casa y muy aplicado en el 4° básico de la Escuela Reino de Noruega, de Quinta Normal. Con diez años su máximo sueño es convertirse en el mejor arquero del mundo y atajar penales como su ídolo bajo los tres palos, Claudio Bravo.

Hace un par de años era un objetivo muy lejano, ya que una malformación en sus dos manos y dos pies, tratada y apoyada en Teletón, lo tenían mirando el fútbol desde la tribuna o la tevé.

Eso hasta que un día acompañó a ver fútbol amateur a su papá y por esas casualidades de la vida conoció al papá de Eduardo Vargas en Renca, quien le abrió las puertas en la academia de fútbol de su hijo (ver recuadro) y desde ese día su vida giró en 180° grados.

Hoy en día no solo entrena dos veces a la semana en el pasto renquino, sino que además es el arquero titular de la serie más pequeña de la "Escuela Eduardo Vargas".

"Siento que soy buen arquero y la verdad es que me gusta mucho jugar fútbol. Es de mis cosas favoritas poder ir a entrenar con mis compañeros. Y sueño con ser el mejor arquero del mundo", confesó el pequeño Felipe, que no tiene ningún impedimento para atajar con sus guantes o sacar con los pies, gracias a las prótesis que le fabrican cada tres meses "los tíos" en la Teletón.

Según Andrea Zapata, su madre y principal apoyo al momento de ir a entrenar, Felipe podría "llegar a ser el primer portero con habilidades diferentes en Chile si sigue esforzándose semana a semana, ya que está todo el día pensando y alucinando con la pelotita".

De hecho, comentó que no solo se sabe todos los planteles de las ligas europeas o que muchas veces prefiere meter una pelota en vez de los cuadernos a la mochila al ir al colegio, sino que entrena tan duro que tuvieron que cambiar el grosor de sus prótesis porque "las destruye con tanto juego".

Eduardo "Lalo" Bascuñán, el técnico que descubrió a Edu Vargas y que está a cargo de la división donde juega Felipe, está sorprendido por el nivel de su pupilo y cree que tiene pasta de arquero.

"Él, actualmente, está en la categoría de menores de 9 años y juega el torneo como titular sin problemas. Y ataja harto y maneja el puesto de forma natural. Una vez vino el Mega a un entrenamiento en una previa de un partido con Colombia y apareció Edu Vargas de sorpresa para patearle un penal. Se tiró y la atajó. Varios dijimos que era mejor que Ospina y nos matamos de la risa", remató el famoso "Profe Lalo".

La familia del Edu lo apadrinó

Hace un par de años, Eduardo Vargas padre conoció a Felipe en un partido de fútbol amateur y no dudó en invitarlo a formar parte de la escuela de su hijo en Renca.

De una se dio cuenta de su entusiasmo y decidió "apadrinarlo", lo becó, le regaló los implementos para que fuera arquero y nunca más dejó de apoyarlo.

"Estoy muy agradecida de la familia de Eduardo Vargas, sobre todo de su papá. Él realmente se ha portado espectacular con mi hijo y se preocupa que no le falte nada para jugar. A veces lo llama por teléfono solo para saber cómo está. Esos son gestos muy valiosos", afirmó Andrea Zapata, madre del pequeño portero, quien contó que el mismo Edu también lo regalonea.

"Cuando sabemos que vendrá a Chile, el Felipe me pide ir a verlo. Es su mundo. Y la vez que lo llevaron al camarín de la Roja disfrutó muchísimo al conocer a los demás seleccionados. Aunque quedó con ganas de compartir más con Claudio Bravo", cerró Andrea.

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