“No entrenaba y le gustaban mucho las fiestas y las mujeres…”: extécnico del Real Madrid sapeó al “Gordo” Ronaldo

Fabio Capello es un reconocido técnico italiano, que acumuló títulos varios en su país. Con cuadros como el Milan, la Roma o la Juventus obtuvo unas cuantas ligas locales y en el caso del rossonero incluso la Champions League. Pero también dejó una grata impresión en el Real Madrid, elenco que dirigió en dos etapas: primero en 1997 y luego una década más tarde, consiguiendo en ambos el título liguero.

Al respecto, reconoció que el equipo merengue “es el que más se ha quedado en mi corazón porque tuve que construirlo trayendo jugadores que pensabas que podían marcar la diferencia. Tenía cuatro jugadores de 20 años en el primer equipo, traje a Seedorf de la Sampdoria y a Roberto Carlos para la defensa”. Eso en relación a su primer paso.

Pero también conversó sobre su regreso, en 2007. Allí, Capello fue protagonista de una polémica: a pesar de ser campeón, es recordado por ser el DT que optó por prescindir de Ronaldo, toda una institución en la Casa Blanca.

“La decisión de despedir a Ronaldo y fichar a Cassano ayudó a crear un espíritu ganador en el equipo. Le recuperamos nueve puntos al Barcelona en la recta final de diez partidos y todavía estoy orgulloso de eso hoy”, señaló en conversación con el Festival dello Sport de Trento.

Y luego destapó una anécdota. Es que, vinculado al Milan desde siempre, Capello habría intentado frenar el fichaje del crack brasileño por los rossoneros:

“Recuerdo que Silvio Berlusconi me llamó para preguntarme cómo estaba Ronaldo. Le dije que ni siquiera se entrenaba y que le gustaban mucho las fiestas y las mujeres, por lo que contratarlo para el Milan sería un error”.

Sin embargo, “al día siguiente vi los titulares de los periódicos: ‘Ronaldo, en Milán’. Fue muy divertido”, aseguró el italiano entre risas.

Finalmente, el técnico de 76 años sostuvo que “ningún jugador en particular me ha faltado al respeto. Por supuesto que podíamos hablar y discutir, pero yo no habría aceptado otros comportamientos. No soy sargento de hierro, lamento que me hayan puesto esta etiqueta”.