El capitán se sumó a la discusión por los bailes de Andrew Redmayne para distraer a los jugadores peruanos en sus lanzamientos.
La escena se ha repetido hasta el hartazgo. Su nombre, claro, también. Andrew Redmayne, arquero de 33 años, tuvo una jornada soñada el pasado lunes luego de contener el sexto disparo de Perú en la tanda de los penales, consiguiendo así meter en el Mundial a Australia. Pero lo más llamativo no fue la contención, sino la “preparación” del meta. En cada uno de los lanzamientos, Redmayne esperó hasta el último segundo para lanzarse, no sin antes bailar y saltar, de lado a lado, sobre la línea para distraer a sus oponentes.
Hasta el último penal, el de Valera, que fue el que contuvo, sus acciones le valieron críticas de todos lados. “Payaso”, le decían algunos en redes sociales. “Impresentable”, lo calificó el arquero boliviano Carlos Lampe algunas horas después.
Eso sí, en las últimas horas, se viralizó un video donde Redmayne dejó ver que no todo era baile y juegos: también aprovechó una distracción del arquero rival, Pedro Gallese, para agarrar la botella donde este tenía guardados sus apuntes, y se la “escondió”. Un estratega.
Ante tanto revuelo por el actuar de Redmayne, sobre todo a la hora de moverse frente a su rival con esos pasos tan atípicos, quien tomó la palabra fue el capitán de La Roja, Claudio Bravo.
En Twitter, el Capi se sumó a la discusión y opinó que “para mí no es ser payaso, es ser más inteligente que tu rival. Lo catalogan de payaso por moverse e intentar poner en estado de nerviosismo al ejecutante”.
Luego, sin embargo, criticó su accionar por el botella-gate: “Lo que hace después con la botella, no se debe”. Pero también le sumó una cuota de culpa a Gallese: “Y el otro, muy ingenuo. Ahí no puedes pestañear”.